María Elvira Roca Barea es, desde luego, la intelectual del momento. Tras el éxito de su ensayo 'Imperiofobia y la leyenda negra', del que ha despachado más de 100.000 ejemplares, ahora la profesora de instituto y doctora en Filología Clásica presenta 'Fracasología'. España y sus élites: de los afrancesados a nuestros días, con la que logró el Premio Espasa. Motivos más que suficientes para avalar el ingreso de la docente y ensayista en la Academia Malagueña de las Ciencias, que tuvo lugar ayer en el Salón de los Espejos del Ayuntamiento.

Roca Barea correspondió al honor con un discurso breve pero certero, titulado Siglo XVIII: la historiografía española en el cambio de dinastía. «Nuestro país tiene que aprender a gestionar su Historia de manera sana y constructiva y es imposible que lo haga sin entender dónde y por qué nacieron algunos de los problemas del presente», aseguró la malagueña, para quien «la Historia por su propia naturaleza es un material inflamable y mucho más cuando con ella se mezclan, y se mezclan casi siempre, intereses políticos»: «A veces, que la Historia quede lo más limpia posible de intereses partidistas diversos, pasa por saber cuáles son esos intereses y qué huella dejaron en distintas interpretaciones históricas», aseveró la ensayista malagueña.

Siglo XVIII

Para la autora de 'Imperiofobia y la leyenda negra', el siglo XVIII español es un momento crucial que debe ser reanalizado «con la mayor honestidad posible y sin miedo a tocar algunos iconos sagrados de nuestra historia reciente». En su opinión, «resumir la complejidad histórica de este momento es muy difícil pero es incomprensible que este asunto haya estado tan abandonado durante décadas. En España se instala en el siglo XVIII, por ejemplo, el culto al reformismo y las nociones de decadencia y fracaso y ya no se irán nunca. Aparecieron también los hispanistas en este tiempo y tampoco se irán nunca. Es preciso y salutífero entender las razones por las que esto sucedió», argumentó la malagueña.