Laura Baena Torres vive el presente. Inmersa en su carrera como actriz, también ha encontrado el momento para producir algunos cortometrajes. Ahora, solo quiere disfrutar el momento y vivir la experiencia. Entrevista a la actriz, que este martes, 22 de octubre, será reconocida por La Opinión con el Premio de Cultura de 2019.

Aunque la fama le ha llegado recientemente, lleva muchos años en la sombra ¿Se ha cumplido su sueño?

Totalmente. Me siento en las nubes. El sueño es el reconocimiento por el trabajo y de poder mantenerme y dedicarme a lo mío. Ése es el sueño cumplido.

¿Le asusta el futuro?

No, porque no pienso en ello. Vivo con la alegría del día a día y no me como la cabeza. No me da miedo, intento poner de mi parte para que no sea duro. Tengo hijas y la cosa cada vez está peor, por lo que no me lo planteo.

El mundo del espectáculo no es fácil, sobre todo para las mujeres. ¿Cree que la edad juega en su contra?

Sí. Juega en mi contra y en la de todas las mujeres que nos dedicamos a este mundo. Verdaderamente es muy duro para todos los profesionales, pero para las mujeres mucho más. Pero aquí estamos, haciéndonos un hueco, ya se nos está viendo y estamos intentando trabajar con nuestros compañeros varones en igualdad de condiciones [Baena Torres es una de las integrantes de Mujeres en V.O., un encuentro de mujeres profesionales de la industria cinematográfica que busca generar vínculos entre las diferentes trabajadoras del audiovisual en Málaga]

¿Ha pensado en tirar la toalla alguna vez?

Sí, lo he pensado pero nunca lo he llevado a cabo. He tenido muchos obstáculos en mi vida y he decidido seguir un camino y ser madre y en lo personal he tenido que luchar mucho para seguir manteniéndome. Por eso siempre lo he pensado pero luego me he levantado y he dicho: «¡Y una leche!»

¿Qué le aporta personalmente la actuación?

Es como llevar las riendas de la vida de una persona. Es una sensación muy bonita que no sé cómo describir, una simbiosis que te aporta muchísimo. Yo me siento muy segura cuando tengo muy claro el personaje.

Actualmente sus proyectos están relacionados con la pequeña pantalla, pero también ha hecho cine y teatro e incluso producciones propias ¿con cuál se queda?

Elijo el teatro, es lo más puro y lo más fuerte; es donde un actor se mete de lleno totalmente creando un personaje y se implica en una obra desde el principio, conectando con los compañeros. Luego también he ido descubriendo el mundo audiovisual y me ha gustado mucho. Me apasiona mi profesión por donde quiera que la coja. La producción de mis corto ha sido dura, pero no lo cambio por nada.

También se ha dedicado a la docencia relacionada con la actuación en talleres infantiles e incluso en un centro penitenciario. ¿Cómo fue la experiencia?

Lo hice cuando terminé la carrera y la experiencia fue fabulosa e inolvidable. De ahí aprendí muchísimo. Con los niños se aprende muchísimo porque tienen mucha ilusión. En el centro penitenciario la experiencia fue bárbara.

A lo largo de su carrera se ha metido en la piel de numerosos personajes. Si tuviese que elegir uno, ¿con cuál se quedaría?

Me quedaría con Antonia [de la serie Vis a Vis] porque me ha dado mucho; era un personaje muy pequeñito y se ha ido haciendo hueco. En teatro he tenido personajes que me han gustado mucho, muy rebeldes, sufragistas del siglo XIX... Pero el que me ha dado mucho y me ha abierto las puertas ha sido Antonia.

¿Cuál sería su personaje ideal para interpretar?

Lo he pensado mucho. Me gustaría encarnar a una señora con experiencia en la vida, que le abra el pensamiento a la sociedad. Un personaje tranquilo, pensado y vivido. Que no tenga poder ni maldad, pero sí el poder de concienciar a la gente de la sociedad que va tan rápido y que nos impide fijarnos en los pequeños detalles.

Malaka, Málaga, su hogar... ¿qué fue lo primero que pensó cuando le ofrecieron un papel en la serie?

Estaba en un momento de parón tras el final de Vis a Vis. Yo pensaba: «¿Y ahora qué?». y de pronto me llamaron y me encantó. Cuando me mandaron el personaje aluciné. Es un personaje rico y hay que aprovecharlo. Me emocioné al trabajar en Málaga y con mis compañeros. Ha sido muy bonito: ha sido como volver a reunirnos.

¿Laura Baena Torres comparte algo con La Tota?

La Tota te enseña a golpes, como a ella le enseñaron. Me quedaría con la integridad, con el código suyo de barrio. Es muy importante dentro de toda la oscuridad, de la maldad y de la densidad en la que vive. Tiene un código aunque no la entienda la mayoría de la gente.