El sábado se hizo oficial la noticia adelantada por La Opinión de Málaga: José María Moreno será el nuevo director de la Orquesta Filarmónica de Málaga (OFM)José María Moreno para las temporadas 2020-2021 y 2021-2022, tras el adiós de su actual titular, Manuel Hernández-Silva. Se trata de un reto para Moreno, que afronta, dice, con mucha ilusión y agradecimiento.

Aunque sus raíces están en Mallorca, Moreno guarda estrecha relación con Andalucía y Málaga, puesto que sus abuelos eran de Alhaurín de la Torre, Jaén, Granada. «Siempre me han dicho que mi temperamento y mi manera de ser al dirigir era muy andaluza», reconoce. No se trata del primer contacto del director con la OFM; Hace dos años ya empezó a trabajar con nuestra Filarmónica: «Fue un flechazo», asegura Moreno, que explica que en sus colaboraciones malacitanas mantuvo una gran relación con los músicos y con una ciudad «muy luminosa, con una gente con un carácter especial» lo que ha supuesto, según comenta, «un plus» a la hora de encarar el desafío de conducir la OFM.

José María Moreno trae un proyecto ambicioso para esta nueva etapa de la Filarmónica. Aunque aún no piensa desvelar nada concreto, hasta que termine de «pulir» su proyecto, tiene claro que una de las piezas clave en su andadura como director está relacionada con la excelencia de la orquesta a través de la colaboración con artistas consolidados «que motiven» a los músicos. Asimismo, busca promocionar la música «española, andaluza y malagueña» apoyando impulso a los jóvenes talentos locales y a los artistas consolidados: «Es importante apoyar el talento malagueño», insiste.

Aboga por una programación de calidad, plural, innovadora y diversa «para gustar a los aficionados de siempre y para captar nuevos». Por un lado, entiende que la Filarmónica debe ser un «símbolo cultural importante de la ciudad» que proyecte una imagen personal dentro del panorama musical andaluz por su «calidad y pluralidad» de la oferta.

Otro de los pilares fundamentales de este proyecto es ampliar el abanico de público de la OFM: «Es muy importante favorecer que todos los sectores sociales puedan acceder a la música clásica. Porque veo la Filarmónica como un servicio a la comunidad». Según cree, esta debe ir enfocada a potenciar relaciones con otras instituciones para permitir la «rentabilidad social», es decir, potenciar los conciertos en centros educativos, hospitales o centros penitenciarios con los que hay que tener «una especial sensibilidad».

Con respecto al tan deseado Auditorio, uno de los grandes retos al que se enfrenta la Orquesta Filarmónica de Málaga, se muestra ilusionado por formar parte de este proyecto «que sin dudas es necesario». «Málaga es de las pocas ciudades españolas de su tamaño que no tiene un auditorio», afirma. Opina que puede suponer un «salto cualitativo» para la orquesta y su proyección a nivel local y autonómico.