La cineasta Celia Rico, que con su primer largometraje obtuvo cuatro nominaciones a los Goya, avanzó ayer que en sus próximos proyectos seguirá «explorando los personajes, las emociones, las relaciones humanas y el entorno de la familia», porque no sabe «hacer otra cosa». Su próximo largometraje de ficción tiene un título provisional, Los pequeños amores y está todavía en una fase inicial de escritura, explicó Rico en rueda de prensa con motivo de su participación en Málaga en el ciclo de Encuentros con Directores de Cine de la Fundación Unicaja con su ópera prima, Viaje al cuarto de una madre.

Para avanzar en su nueva película, en febrero se trasladará a una residencia de escritura en Berlín después de que su proyecto haya sido escogido por la Asociación de Mujeres Cineastas de Europa, y ello le permitirá «tener un mes de escritura, de aislamiento y de poder dedicar todo un mes a desarrollar el proyecto».

Recibió las cuatro nominaciones para Viaje al cuarto de una madre con una «alegría enorme», porque era «una película de actrices y se reconocía su trabajo» -a Lola Dueñas como mejor actriz protagonista y a Anna Castillo como mejor actriz de reparto- y también el del montador, Fernando Franco, porque «una película la hace un equipo». «Fue muy bonito que nos coláramos en las nominaciones, porque era muy difícil entrar ahí», añadió la directora sevillana, que cree que también es importante para las próximas películas porque «hace que tu nombre se escuche más y quizás alguien tiene ganas de leer un siguiente proyecto».

Sin embargo, advierte de que esto «no te garantiza nada», puesto que «una película no te lleva a la otra, lo que te lleva a hacerla es tener un buen proyecto entre manos y para eso tienes que trabajar mucho».

En su caso, va a continuar trabajando con los mismos productores (el malagueño José Alba, de Pecado Films) porque considera que «hacer cine es un trabajo muy colectivo, de alguna forma se forma una familia» y va «a continuar con esa familia», por lo que no aspira a que se abran «nuevas puertas», solo espera «que se abran las cajas fuertes de los que dan el dinero».