Medio siglo de actividad musical es, desde luego, uno de esos aniversarios grandes, redondos de los que se puede presumir. La Coral Santa María de la Victoria celebró anoche un gran concierto en el Teatro Cervantes para compartir con los malagueños sus 50 años en favor de la música hecha en nuestra ciudad. Arroparon a los cantantes la Orquesta Filarmónica de Málaga (OFM) y una de las partituras musico-vocales fundamentales de la historia, el Réquiem de Wolfgang Amadeus Mozart.

Porque el concierto fue también un sentido homenaje al fundador de la Coral, el padre Manuel Gámez, recientemente fallecido. También resultó la oportunidad de que la afición malagueña se reencontrara con Octav Calleya, uno de los exdirectores titulares de la Filarmónica, que ayer volvió a subirse al podio del templo de Ramos Marín para conducir al conjunto malacitano.

Y más motivos para la emoción: con motivo de la celebración la Coral Santa María de la Victoria, que dirige en la actualidad el maestro José Eugenio Vicente, estuvo conformada por miembros que han pertenecido a la agrupación en algún momento de su ya dilatada trayectoria. Todos ellos demostraron que esta coral es parte fundamental de la historia de la música malagueña.