'Inesperado' es su octavo trabajo discográfico ¿Qué es lo inesperado?

Lo que el oyente va a oír. Cada canción tiene una sonoridad absolutamente diferente, pero la unión común es la emoción y la música tradicional en la que siempre me he inspirado. Por eso se titula el disco 'Inesperado', porque no te esperas lo que vas a escuchar y porque incluso a la hora de formar el repertorio todo surgió de manera inesperada.

En este nuevo álbum prevalece su esencia, pero con un estilo más renovado ¿Cree que era el momento de probar un nuevo sonido?

Yo siempre he hecho lo que mi corazón me ha dictado, y he arriesgado muchas veces. En este trabajo es verdad que ha sido más todavía. Mi público siempre ha permitido que investigue porque es verdad que desde que salió 'Sola', que es una media granadina, pero fusionada con un concepto más de pop electrónico, ya vieron que ésa era mi estética, el fusionar el estilo de raíz con todas músicas que me llegan. En este caso la propuesta más arriesgada es el tema Encrucijada, que es una una copla clásica fusionada con trap. Quería que mis sobrinos escuchasen trap más poético, porque las letras de este género no me gustan mucho.

La copla no es un palo fácil y tampoco muy comercial durante muchos años, pero usted ha sabido resituarla en el panorama musical. ¿Cuál es el secreto?

No sé si hay un secreto. Mi línea a seguir ha sido mi verdad. Nunca he hecho nada que para mí no fuera real, que no fuese una verdad de mi corazón ni una necesidad de ofrecer algo que enriqueciera mi estilo y los estilos clásicos desde el respeto y desde el estudio. Me preparo mucho para abarcar cualquier tema. Esa verdad es lo que a la gente le ha gustado o enganchado de mi historia; saben que no me uno a ninguna moda, simplemente sigo con mi reivindicación de recuperar y mantener la copla, el flamenco, la saeta o la zarzuela, la música tradicional española que es cultura muy rica que nuestro país no puede perder.

¿En qué ha cambiado Diana Navarro desde su primer disco?

Ahora soy un poquito menos ingenua [Risas], aunque sigo creyendo en las personas y con el convencimiento de que con el amor todo se puede. En el camino te vas dando cuenta de que esto es una selva y de que siempre hay que estar alerta. Pero yo sigo abogando y creyendo que hay más personas buenas que malas.

Cantar en su tierra siempre es algo especial ¿Qué se siente cuando se sube a un escenario malagueño como lo hará esta tarde en el Teatro Cervantes?

Es lo más. Es reconfirmar que un sueño se ha cumplido. Málaga ha querido que sea profeta en mi tierra, aunque dicen que nadie es profeta en su tierra, pero yo siempre me he sentido muy querida. Siempre me han hecho sentir como un orgullo, al igual que yo digo que para mí Málaga es un orgullo.

Participó en Tu cara me suena, donde se metió en la piel de varios artistas diferentes, ¿que le ha aportado esta experiencia a su carrera?

Muchísimo. Yo realicé un máster de Interpretación para cine y televisión en 2010 en la Escuela de Artes Escénicas en Madrid y he ido desarrollando mi faceta como actriz. Participar en el programa era un deseo que tenía de desarrollar esa faceta pero uniéndola a la de cantante. En Tu cara me suena lo logré porque interpreté 20 personajes diferentes. Fue muy enriquecedor y lo recuerdo con muchísimo cariño. Tenía que trabajar muy duro y precisamente pude prepararme muchos personajes en mi Málaga querida.

Viajando al pasado, a sus inicios, empezó en un coro con el que recorrió España y además se financió dos discos. ¿Cómo fue aquella época?

Fue una época muy bonita. Empecé en la agrupación folclórica Renacer, con la que viajamos a Canadá. Fue un tiempo de mucha ingenuidad e inconsciencia, pero muy feliz. El público malagueño siempre me apoyaba en todos los concursos a los que me presentaba e incluso las peñas. Lo recuerdo con mucho cariño porque ha sido como mi universidad. De ahí he aprendido que nadie regala nada y que todo se consigue trabajando.

Si tuviera que quedarse con un momento de su trayectoria profesional, ¿cuál sería?

Hay muchos, pero recuerdo cuando me dijeron que habíamos vendido alrededor de 13.000 copias del primer disco en poco tiempo. Ahí me di cuenta de que se había hecho realidad, no solo el sacar el disco, sino que la gente quería que estuviese ahí. También recuerdo con mucho cariño el pregón de la Feria de Málaga o cuando recibí el premio Ondas. El último recuerdo que también me emocionó muchísimo, porque para mí yo siempre vuelvo a empezar, fue la firma de discos en Málaga de Inesperado. Volver a ver a mis fans, que la mayoría me sigue desde hace 15 años, cuando empecé, y verlos ahora apoyándome es emocionante.