Bacanal no es una obra de teatro al uso. No se limita a satisfacer la vista, el oído, el corazón. Bacanal despierta los cinco sentidos, va más allá. El tacto, el gusto y el olfato se suman a esta fiesta de sensaciones. El hecho teatral alcanza, así, ese grado sensorial que lo asemeja a aquellas bacanales que se organizaban en honor de Dionysos. Dios del vino, del teatro, de la risa, la naturaleza y la mujer. La historia de Dionysos es el hilo conductor de esta representación, en la que convergen gastronomía, música y teatro. Bacanal tiene una inquietud musical y una inquietud gastronómica, además de una necesidad imperante de contar la parte de la historia que no pudo ser contada en Oh Vino.

Cuando hace siete años David García-Intriago lleva a los escenarios este culto al Dios del vino, la idea de tildarlo con un matiz gastronómico ya rondaba su cabeza. Entonces, no se pudo llevar a la práctica. Aún así, Oh Vino tuvo una enorme acogida. Bacanal es, ahora, el regalo que La Líquida le hace a su obra primigenia.

En el escenario, David, junto al violinista Santiago Vokram. Dos únicos intérpretes frente a 44 personas. El público asume, entonces, un papel fundamental en la obra. «Al público hay que mirarlo mucho, no hay cuarta pared en mi obra. Está rota», confiesa David.

Bacanal no deja nada al azar. Todo está milimétricamente medido. El menú seleccionado para la ocasión, el momento preciso en el que cogen la copa de vino, el instante en el que dan cada bocado, todo ello consta en el texto de la obra. Todo ello está diseñado para crear en el espectador las sensaciones que David buscó provocar al escribir cada renglón.

«Es una forma de incluir al público dentro del espectáculo; no sólo participa, es parte de la propuesta», explica David, que denomina a sus espectadores como ese «coro griego o, en su defecto, romano» que acompaña y forma parte activa de su obra. El director busca provocar una transformación en su público: «El arte nos hace mejores y el teatro es el arte de las artes».

La historia de Dionysos marca el ritmo de esta representación teatral pero ¿qué sería de este Dios sin sus sacerdotisas? Bacanal homenajea a todas aquellas mujeres que fueron perseguidas y maltratadas por el Estado Romano «porque eran mujeres libres», explica el director y actor de esta obra.

En el espectáculo, David pone sobre la mesa la importancia que tuvieron estas mujeres en la Historia y hace una clara referencia a todas las madres, abuelas y mujeres que forman parte de su vida. «Es un canto a la libertad femenina y a la libertad del poder de decisión», explica David.

La Líquida

La compañía de David García-Intriago nace en 2013 pero su cabeza comenzó a gestarla mucho antes. La necesidad de este actor de contar historias de un modo muy personal y cercano, fue el motivo por el que decide crear su propia compañía, con el humor como bandera, para poder contar las cosas que, para él, son verdaderamente importantes y poder, así, emocionar.

«Quiero, pretendo y deseo que La Líquida vaya más allá, que se haga grande y sea una compañía independiente de su creador», confiesa David. Y lo consigue, continúa. Hoy se estrena, en el Teatro Cánovas, el primer espectáculo escrito y dirigido por David, pero en el que no tiene un papel protagonista. Museum es una función de teatro, títeres, objetos y proyecciones manipuladas en directo, que cuenta la historia del arte pensando en los niños.

Esta obra de teatro forma parte de la estrategia de David de crear una compañía que no solo albergue espectáculos escritos por el actor sino que sea un centro de producción teatral.