La plaza de toros de La Malagueta está a punto de salir a concurso. La Diputación Provincial de Málaga, propietaria del histórico edificio, está ultimando un pliego que en estos días pasa a comisión técnica y espera incluirse en el próximo pleno del ente supramunicipal. Los Asuntos Taurinos están incluidos dentro de las competencias del Área de Cultura, cuyo máximo responsable es el diputado Víctor González, quien el pasado miércoles era reconocido por la Asociación Malagueña de Tauromaquia con el Premio José María Vallejo por su implicación con la Fiesta.

En el capítulo de agradecimientos quiso ser muy crítico con el sector taurino, comenzando con las figuras del toreo. «Entiendo que la Fundación del Toro de Lidia quiera ser prudente, pero hay que criticar el nulo compromiso demostrado» con el festival que estaba previsto para el 28 de febrero en La Malagueta. «Pocas figuras han dado la cara para defender la tauromaquia jurídicamente de aquellas instituciones que pretenden, literalmente, liquidarla».

«Dejemos de ser nuestros propios enemigos, las instituciones afines, los toreros, ganaderos, apoderados y empresarios debemos ser los primeros en cerrar filas y respaldar a aquellas entidades e iniciativas tendentes a defender los toros», señaló, al tiempo de que se lamentaba de que «no es así». «Se habla mucho de que el sector debe autorregularse, organizarse y modernizar su estructura, pero la impresión que tengo es que a ese sector poco le importa o nada le interesa», dijo para asegurar que «se piensa en el hoy, pero no en el mañana». Con respecto a los empresarios, aseguró que «se quejan permanentemente, siempre pierden dinero». Para González «la organización de festejos taurinos es ruinosa si no hay otros intereses complementarios», lo que le ha llevado a tener «serias diferencias con la gran mayoría de los principales empresarios taurinos». «No es normal que en una corrida con tres figuras del toreo y con todo el papel vendido en La Malagueta, al empresario le queden las sobras, es algo impensable en cualquier otro negocio, pero es la triste realidad en los toros», sentenció. «Esto no funciona, y desde la Diputación hacemos lo imposible en cada pliego por hacer sostenible el negocio taurino», indicó. «Me temo que nuestro esfuerzo no va a estar acompañado por el sector, y muchos de los que tienen en su mano cambiar el devenir de los toros se muestran impasibles; quizás porque saben que unos pocos años sus carreras profesionales habrán terminado», manifestaba en una visión pesimista del futuro de la Fiesta. Y zanjó, señalando directamente a unas figuras «que se resisten hasta a acudir a recoger un premio o a asistir a cualquier acto público; manteniendo un distanciamiento con el aficionado que nada ayuda y que hacen grandes a nuestros verdaderos adversarios»: «Os invito a los aficionados a que sigáis tirando del carro, ya que no lo hacen los propios interesados devolviendo a la tauromaquia lo que la tauromaquia les ha dado a ellos».