Eugenio Chicano siempre fue Andalucía. El rumbo y el norte creativos del recordado pintor malagueño, fallecido en noviembre pasado, fue crear arte de la gente y para la gente, popular pero exquisitamente ejecutado, sin lugares comunes ni, como decía el artista, «ripios». Su tierra era una forma de vida propia, luminosa ni clichés. Ahora, esa Andalucía le devuelve el piropo: la Comisión de Cultura y Patrimonio Histórico del Parlamento andaluz aprobó este miércoles por unanimidad la Proposición no de Ley (PNL) presentada por el PSOE para que la Junta de Andalucía.

El PSOE, PP, Adelante, Ciudadanos y Vox destacaron la figura del pintor pop malagueño, «un hombre comprometido con esta tierra con Andalucía y Málaga, un ejemplo para el pueblo andaluz y con esta iniciativa aprobada el Parlamento hace justicia con la cultura», tal y como señaló el socialista Francisco Conejo.

Por su parte, la parlamentaria del PP Carmen Céspedes apoyó así la propuesta: «Chicano fue figura no solo de trascendencia malagueña y andaluza sino internacional». Y recordó su definitiva contribución para que la Aduana sea Museo; de hecho, aludió a la propuesta de nombrar a la sala de exposiciones temporales con su nombre.

La parlamentaria malagueña Vanessa García, de Adelante Andalucía, se mostró «totalmente de acuerdo» con la propuesta del PSOE y el reconocimiento a Chicano; al igual que el representante de Ciudadanos, Francisco Javier Pareja, quien ha apoyado la PNL: «Es una persona de reconocido prestigio, con una trayectoria ampliamente ligada a la mejora de la cultura».

Justo reconocimiento a un hombre que transcendió su propia obra. La centralidad de Chicano radica en sí mismo, en su labor como observador y vigilante de una realidad cultural, la de su entorno más cercano, a través de unos ojos siempre críticos pero activos. Porque recordemos que el artista fue el primer director de la Fundación Picasso-Casa Natal (tuvo que luchar con la idea instaurada en Málaga de que Picasso es «un hijo de puta y un mujeriego»; y lo hizo con un puñado de diapositivas yendo de sitio en sitio de la ciudad explicando quién fue realmente Picasso) y miembro fundador de la Peña Juan Breva (el flamenco fue su otro gran amor cultural).