Sólo han presentado tres canciones pero ya están haciendo girar cabezas. St James, Victor Da Chencho, Cal-lo Crash y Ontario Crash son los vacilones seudónimos detrás de Living Camboya, una pujante banda malagueña que prepara poco a poco, tema a tema, su asalto. Acaban de lanzar el último, Sin miedo, un perfecto resumen de su identidad y capacidades.

Para los que no hayan escuchado a Living Camboya, les preguntamos a los responsables... «Nacimos sin ningún objetivo, solo queríamos crear, tenemos una necesidad imperiosa de crear cosas que nos flipen y disfrutarlas. Eso de hacer canciones que no existen y que luego tienes ganas de ponerte en el coche, no hay más. Queremos que la energía y el buen rollo que tenemos en los ensayos se transmita. Tenemos ganas de vivir el directo y de ver cómo la gente responde», aseguran. Eso se traduce en un rock indie con mucho sincopado funk, coros ultrapegadizos y mensajes positivos y contagiosos.

El 28 de febrero tienen concierto en La Trinchera y habrá que esperar hasta el verano para su debut. Lo dicho: poco a poco, sin prisa. «Hay veces que echas a correr, lo presentas todo de golpe y al día siguiente te das cuenta de que has consumido todo el trabajo realizado en un solo fogonazo. Nos gusta que cada tema o cada concierto tenga su propio espacio», argumentan los malagueños.

Hurgando en los créditos del futuro disco vemos el nombre de Ted Jensen, genial masterizador de bandas tan fundamentales como Green Day, Mastodon o Goldfrapp, entre muchas otras. ¿Da miedo, vergüenza, ilusión o las tres cosas a la vez que una leyenda como él escuche las canciones de uno? «Primero vivimos el miedo de que no aceptara el trabajo, de ahí pasamos a la euforia, y bueno... la vergüenza siempre esta ahí ante estos tipos tan grandes. Hablar de Ted Jensen es hablar de historia de la música, y que alguien así nos haya dedicado un ratito de su tiempo ya es todo un honor», responden.

Da la impresión de que Living Camboya son tan pragmáticos como ambiciosos. Lo confirman: «Sí, somos bastante realistas sin que nos quite un ápice de ambición. Lo mejor de todo es que es una ambición despreocupada, sin presiones. Evidentemente nos gustaría llegar lo más lejos posible. Eso sí, siempre con nuestra libertad creativa, que es el motor y sentido fundamental del juego».

De momento, ellos van «saboreando sus pequeños logros», algunos de ellos totalmente inesperados, como sonar en un podcast italiano. ¿Cómo una banda malagueña, con sólo tres temas estrenados, ha cruzado ya fronteras? «¡Eso mismo nos preguntamos nosotros! Dentro de las diferentes plataformas de música en las que estamos, hay una no muy conocida en España a nivel mainstream llamada Jamendo, que funciona un poco al margen de los clásicos Spotify, bandcamp, Soundcloud etc... Es en Jamendo donde a veces te llevas las sorpresas más raras, como que contacte una radio italiana, que te escriban para participar en un podcast que se hace en Alaska o que salgas en un anuncio de ruedas de tractor en Austria (esto nos sucedió con otro proyecto). Es la propia plataforma la que valora si tu música es interesante y la mueve entre sus oyentes, y de ahí surgen estas oportunidades sin saber muy bien por qué».