El escritor malagueño Juan Jacinto Muñoz Rengel lleva más de diez años proponiendo a sus alumnos de taller de escritura creativa un simple ejercicio, «escribir una historia a partir de una imagen». «Con el tiempo fui acumulando una interesante cantidad de imágenes, de lo más diversas, que pedían a gritos una historia. Las tengo por ahí en álbumes de distintas plataformas, pero hasta hace unas semanas no me pregunté: ¿Por qué no en Twitter? ¿Por qué no microrrelatos de un tuit?». Lanzó la idea a través de su cuenta personal de Twitter (@jjmunozrengel) y ya han participado en el reto miles de personas, algunos de ellos actores como Juan Diego Botto, músicos como Ismael Serrano y humoristas como Dani Rovira. Su más reciente desafío, el que se ha hecho más popular de todos (sí, el de la mujer de pie y los cinco hombres subidos en un banco: ojo, más de 2 millones de visualizaciones y subiendo) ha dado pie a más de 6.000 microhistorias.

«Lo hice sin mayores pretensiones; uno cuelga cientos de cosas en Twitter sin que tengan mayor trascendencia. Por supuesto, no me esperaba la reacción. Ni la avalancha de respuestas ni la calidad de las historias. Después de tantos años tratando de guiar a aspirantes a escritor, sé por experiencia que la gente en general tiene más capacidades de las que cree, que hay mucho talento por ahí. Mucho. Pero lo que me sorprendió fue la velocidad a la que la gente era capaz de crear relatos completamente distintos a pesar de mis restricciones», nos cuenta Rengel.

Imágenes

Las imágenes que selecciona para que los tuiteros empleen su capacidad fabuladora son, desde luego, singulares (de momento, todas en blanco y negro, pero no es una condición indispensable). «Lo único que pido a la imagen es que sugiera historias ocultas, que tenga trama detrás. Supongo que para los que hemos dedicado la vida a escribir es algo que se ve enseguida, porque sentimos esa pulsión constantemente. En mi caso, las historias me han golpeado siempre desde niño, por eso ahora siento tanto placer cuando ayudo a otros a imaginar: siento que ellos son quienes me ayudan a mí, los ansiados refuerzos para poder ordenar y reinterpretar el mundo».

Juan Jacinto Muñoz Rengel nos propone un ejercicio de imaginación en un campo, Twitter, a menudo demasiado minado por la mala baba, las quejas más o menos fundadas, el cachondeo general o, directamente, la mala educación y el improperio.

Lo curioso del asunto es comprobar cómo una misma imagen da para historias tan dispares; por ejemplo, la del hombre en la rama llevó a Dani Rovira a escribir esto: «Ella le abandonó en cuanto empezó a conocerle bien. Eran incompatibles. No dudó, fue directa y sin titubeos. Nunca le gustó andarse por las ramas»; y a Juan Diego Botto, esto otro: «A) Adam Smith ha regulado los precios del alquiler y este buen hombre solo se puede permitir la rama 3c. B) cayeron los hombres de su recuerdo y lo hicieron de forma despa-rramada». Seguro que usted también tiene su propia historia en la cabeza.