La historia llevaba unos siete años dando vueltas en la mente de Violeta Salama, una directora nacida en Melilla, criada un tiempo en Málaga y formada en Madrid. Su niñez estuvo marcada por dos ramas familiares adheridas a religiones diferentes, una parte católica y militar y otra de judíos sefardíes, una experiencia que la inspiró para dar forma a Alegría, título que habla de creencias, feminismo y libertad, y que es ya una realidad tras ganarse el apoyo de Televisión Española para su producción.

«Siempre veía una historia», rememora Violeta. «Empecé a inspirarme en las mujeres que yo he conocido en mi familia y las discusiones que hemos tenido siempre por la religión, porque en el momento en el que yo cumplo nueve años, hay una abuela católica que quiere llevarme a hacer la comunión y tengo una abuela judía que me lleva a una sinagoga».

Tras muchos guiones escritos, nuevas versiones, idas y venidas€ la necesidad imperante de dotar de estructura y lenguaje cinematográfico a este proyecto hizo que la trayectoria de Violeta se cruzase con la de Isabel Sánchez, una guionista malagueña con un repleto bagaje tanto en cine como en televisión a la que le interesó la idea. «Me propuso todo esto y a mí me pareció que puede ser una cosa súperchula», cuenta Isabel.

Con todo, estas dos mujeres empezaron a trabajar de manera frenética en el guion de la película, antes titulada No sea tu falta, compaginando otros trabajos y casi de forma desinteresada, con el objetivo de que ese tiempo y esfuerzo se materializara en el futuro en un proyecto con respaldo. Y así fue. A principios de 2019, la Fundación SGAE les concedió uno de sus laboratorios de Creación, el de Escritura, de manera que su guion pasó a estar tutorizado y supervisado por Inés París, directora, guionista y expresidenta de la SGAE. Tras seis meses de elaboración y proceso creativo, el guion estaba listo y quedó entre los tres finalistas al XVI Premio SGAE de Guion Julio Alejandro al término del año.

Unos meses después, Televisión Española anunció que apoyaría la producción de Alegría, según Isabel, el punto de inflexión que ha permitido que la película arranque. «Con lo que nos ha costado toda la vida levantar algo, de pronto hay una vía realmente rápida, porque tenemos calendario para empezar a rodar en enero», añade Violeta, que augura un año muy completo dedicado al cierre de equipos y castings internacionales. Todo ello, bajo el paraguas de Powehi Films, la productora al frente de la película con Clara Nieto a los mandos, quien ya estrecha lazos con otros productores, como el sevillano Olmo Figueredo y no se descarta una coproducción internacional. «La idea era hacer una coproducción que incluyera España, Israel y Marruecos pero la realidad es que no todos los países tienen la misma capacidad de entrar en el proyecto», apunta la directora. «Queremos rodar una parte en el Marruecos que hace frontera con Melilla y en Israel, con un equipo reducido. Interesa ver el contraste».

Filme autoral

La experiencia de vivir a caballo entre dos religiones, sin decantarse por ninguna creencia, llevó a Violeta a plantearse la fe como una cuestión de libertad de elección, no como una imposición.

Con este propósito, a partir del personaje de Alegría, una doctora jubilada de 55 años, judía atea y con conflictos internos por solucionar, se desarrolla una trama en la que se expone la influencia de la religión dentro de una familia en la que algunos miembros mantienen los preceptos y costumbres que les marca la fe mientras que la protagonista rehúsa mantenerlos. Todo un filme autoral, inspirado en referentes como Nadine Labaki, la directora libanesa que ya es un peso pesado en el Festival de Cannes, una cita por la que estas mujeres ya están luchando.