Se llama Carlos Álvarez pero, que sepamos, lo suyo no es cantar ópera. Se hace llamar Carlo, es malagueño y lleva una década residiendo en Berlín. Quién le iba a decir al padre de este joven boquerón, ávido coleccionista de vinilos de funk, boogie y disco, que el heredero iba a ganarse la vida compartiendo la pasión musical con las parroquias de clubes de todo el mundo. Pero así es: Carlo es uno de los DJ de moda en la meca europea de la música electrónica, un aventurero de las noches infinitas gracias a su música, la suya y la de los demás que hace suya.

Dirige junto a otro malagueño el prestigioso y respetado netlabel malagueño Neovinyl (acaba de lanzar el suyo propio, Bisiesto), ha compartido cartel con luminarias como Kerri Chandler (ha publicado tracks en su discográfica), Solomun, Nightmares on Wax, David Guetta, Steve Aoki y Martin Garrix, J. Balvin; ha pinchado en países como Canadá, Estados Unidos, Inglaterra, Japón, Arabia Saudí, Líbano, Islandia y toda Europa y tiene desde hace un tiempo una fiesta bimensual en Watergate, uno de los templos que domina la noche berlinesa. Nada de esto podría haberlo logrado desde aquí, asegura en una reciente entrevista con Wololo Sound: «Salí de Málaga por la escasa escena de música electrónica que había en la ciudad. Al terminar la carrera tuve claro que quería aprender de los mejores y es por ello que pase dos años en Londres y un año en Barcelona para terminar residiendo en Berlín donde llevo ya diez años».

¿A qué suena la música de Carlo? Lo suyo es una electrónica pespuntada por house sedoso, bien texturado y de sintetizadores atemporales, en busca de las raíces disco y funk de la música de baile. Un buen ejemplo lo encontramos en su más reciente tema, Take your time, que inaugura Bisiesto, su nuevo sello y quizás la aventura más singular de su trayectoria: sólo lanzará vinilos (366 copias) los días 29 de febrero, o sea, cada cuatro años. «Quiero criticar con esta iniciativa la manera tan rápida y fugaz que tenemos de consumir música hoy en día», asegura el malagueño.

Ahora mismo, su agenda profesional está parada, a la espera de que el mundo se desconfine tras vencer al coronavirus. Pero promete un regreso a Málaga este verano si la pandemia lo permite. Quizás continúe lo que inició el año pasado, un guateque matutino que tituló Carlito's Way en el Club Hípico de Málaga. Hacía más de diez años que no organizaba nada en su tierra y fue algo especial. Por cierto, no se permitieron ni fotos ni vídeos durante la sesión: «Te puedes dejar el Instagram en casa», bromeó». Es una muestra de lo importante que para Carlo es la música, sin distracciones, para bailar por fuera y por dentro. De momento, paséense por su Bandcamp y Soundcloud y bailen a Carlo indoors, en su confinamiento hasta que lleguen tiempos mejores.