"El humor alivia y ayuda a mantener el ánimo tras tantos días enclaustrados ante el estado de alarma por la pandemia del coronavirus", es la receta para escapar temporalmente de la situación del actor Miguel Ángel Martín, que ha conseguido que sus vídeos en pijama durante el confinamiento sean virales. "En medio de tanto dolor, la gente necesita humor para evadirse", explica el malagueño conocido como @Tunomandas en las redes sociales.

Desde el salón y sin más atrezo que su pijama y una taza con la bandera de Reino Unido, graba cada dos días un vídeo donde ofrece su particular visión del confinamiento: clases de yoga a través de la plataforma Skype, karaokes grupales del "Resistiré" por Hangouts o la especial mención a quienes empiezan a aplaudir a las 19:57 horas. En este sentido, asegura en uno de sus vídeos que estos últimos "son los que durante los cuartos ya tienen la primera uvita en la boca y a ti te pone de los nervios".

Con más de 700.000 reproducciones en algunos vídeos y sucesivas entrevistas en los medios de comunicación, Tunomandas se ha convertido sin pretenderlo -como asegura- en una "celebrity" y en una cita imprescindible para una legión de personas.

Recibe a diario decenas de mensajes: "Mi padre está en la UCI, hace una semana que no lo veo y recurro a tus vídeos para olvidarme aunque sea un momento"; "tengo a mi hijo en Madrid y sufro muchísimo, pero tus vídeos me hacen olvidarme de esto: gracias". Reconoce que ha llegado a llorar tras leer algunos.

Piensa que todo el mundo debe poner su grano de arena en esta circunstancia: "Yo ni pinto, ni canto, ni soy sanitario, pero parece que la gente se ríe con mis vídeos. No puedo ofrecer otra cosa".

Cuenta que tras ver la difusión de sus vídeos, se planteó que tal vez esa era su misión, lo que podía aportar en medio de este confinamiento: "En el tercer vídeo me prometí seguir con esto y, si hay solo una persona que se ría con mis vídeos, para mí ya habrá merecido la pena".

Para el actor, el humor sirve para coger distancia y abordar la realidad de otra manera, porque nos hace reírnos de nuestras propias desgracias. Y eso las minimiza. "Nada es tan importante, siempre hay alguien que está peor que tú", señala.

Opina que actuar con sentido del humor no significa quitar seriedad a la situación, que la formalidad no tiene nada que ver con ser capaz de darle la vuelta a las cosas y reírte. Defiende que el ser humano necesita el humor y que es una forma muy buena de evadirse y unir.

Miguel Ángel asegura que su sector defiende que la cultura es "educación", que es "la identidad de un país" y, por tanto, se la debe cuidar igual que a los maestros, agricultores o sanitarios.

"Estoy convencido de que en este país nos une más de lo que nos separa. Lo que pasa es que eso nadie lo subraya. Nosotros queremos la cultura como unión de todo el mundo", comenta.

Respecto al futuro del sector cultural, considera que serán de los últimos en reponerse y explica que aún no se habían recuperado del todo tras la crisis de 2008 y que les costará muchos meses conseguir de nuevo llenar una sala.

A pesar de ello, indica que la crisis es "el estado natural" de este sector y destaca: "Cuando acabe esta crisis nos maquillaremos las heridas de guerra, nos reinventaremos y saldremos para adelante".

Piensa que si el teatro, la cultura o el humor hubieran tenido que desaparecer, lo habrían hecho hace siglos y que si no pasó así es porque se precisa para vivir. "El ser humano necesita la cultura. El ser humano necesita el humor", dice el actor. Y en estos momentos, reír parece más necesario que nunca.