Hace unos días TVE relevó a María Casado (Barcelona, 1978) al frente de las mañanas de la pública. Antonio Banderas se dijo: «Ésta es la mía». Y llamó a la presentadora para que se pusiera al frente de Soho TV, la aventura catódica que completará el pequeño emporio cultural del malagueño. Hablamos con Casado sobre un proyecto con el que quieren ofrecer «una televisión diferente, con otro tempo»

Cuentan que Antonio Banderas ya la fichó de alguna manera en la gala Starlite, que organiza y a la que usted acudió.

Conocí a Antonio antes, le entrevisté un par de veces en 'Los Desayunos de TVE'. Pero es cierto que coincidimos más tranquilamente en Marbella. Allí hablamos de televisión, de la televisión que queríamos ver, le comenté que tenía ganas de hacer otras cosas... Empezó así como si nada. Desde entonces nos hemos mensajeado, felicitado los cumpleaños y las fiestas de guardar. Durante la pandemia me llamó un día para ver si podía ayudarle desde el programa ['La Mañana de la 1'] a conseguir material para el personal sanitario de Málaga. Le pedí que entrara en el programa y le entrevisté. Después, cuando pasó lo que pasó en TVE [se refiere a su relevo en la pública], me llamó para preguntarme cómo estaba y me dijo: «Te llamo en cinco minutos porque a lo mejor te propongo algo». Y me llamó a los cinco minutos para proponerme la maravillosa aventura de Soho TV.

¿Y usted qué pensó así, a bote pronto?

Tardé tres nanosegundos en decirle que sí. En otro escenario no sé si habría sido tan rápido pero en estas circunstancias lo tenía clarísimo. Este proyecto me llega en un momento precioso y me apetece esta idea de compartir una visión de otro tipo de televisión, más pausada. Con la pandemia nos hemos dado cuenta de que las pantallas son un vehículo para conectar personas y a nosotros nos apetece hacer una televisión que haga que pasen cosas, que aporte, que ayude a cambiar el mundo, con toda la humildad pero también con todas las ganas. Y en eso estamos la familia del Teatro del Soho.

«Queremos crear, hacerlos soñar, pensar, contar historias con piel en un momento importantísimo para un sector audiovisual que se está reinventando», ha declarado usted. ¿Cómo se logra eso?

Al final es tan fácil... Te pasará a ti cuando escribes, a Antonio [Banderas] cuando rueda... Lo que queremos es contar historias. Y no entiendo otra manera de hacerlo que no sea desde la emoción, los sentidos y conectándolo con la piel, con la verdad. Si pones el mundo frente a su espejo, las historias van a llegar, y con ellas surgirán la creatividad y el talento. Vamos a hablar de cosas que nos interesen a todos, en cualquier formato. Vamos a permitirnos soñar, claro que sí. Ahora es el momento de hacerlo.

¿Es la cultura el aliado más adecuado para ello?

Lo es. No es casualidad que esto surja en Málaga, donde se están moviendo tantos proyectos de arte, música, teatro... Tenemos muy claro el tipo de programas que queremos hacer, tanto en el fondo como en la forma; queremos que la gente vea lo que hagamos y diga: «Uy, esto viene de Málaga, esto viene de la familia del Soho».

¿Y cómo es Banderas como jefe?

Es maravilloso. Es lo que véis: una persona generosa, muy creativa, tiene una mente privilegiada, que está todo el rato pensando y creando. Y algo muy importante: saca lo mejor de las personas que tiene alrededor, y ésa es una gasolina impagable. Sabe captar ese talento de la gente, sabe hacer muy bien los equipos. Espero aprender mucho de él.

Quién le iba a contar todo esto a usted cuando asistió a la inauguración del Teatro del Soho CaixaBank como una invitada más.

Es increíble cómo la vida te pone en preaviso y no sabes leer las señales... Quién me lo iba a decir aquella noche en la que recorría la alfombra roja con los tacones que iba a tener allí mi oficina, que iba a iniciar un proyecto de trabajo y de vida...

Va a ser pronto una malagueña más.

Tengo la inmensa suerte de conocer Málaga desde hace tiempo. Siempre es una ciudad en la que he pensado: «Aquí podría vivir perfectamente». Y ahora ya no utilizo el condicional, ya lo digo en presente, y con muchas ganas.