Algunas de las imágenes que no se nos olvidarán del coronavirus son las de los entierros de fallecidos sin apenas familiares. El silencio que ha ahogado las decenas de miles de muertes por la Covid-19 se rompe ahora con la guitarra de Daniel Casares: el malagueño ha lanzado 'Suspiro al cielo', una oración a sus familiares y amigos fallecidos, pero que ahora es extensible a todos aquellos que se marcharon sin posibilidad de despedirse. "Es mi forma de rezarle a los muertos, a los que se fueron€ de sentirme más cerca", explica.

"No suelo rezar con frecuencia, pero a veces me vienen a la cabeza algunos seres queridos que ya no están y, guitarra en mano, les dedico melodías como la que os presento en este video. Es una forma íntima de rezar por ellos. En este caso me gustaría que sirviera de homenaje a todos los que se fueron sin despedida y que vivirán en nuestro recuerdo como héroes de un país herido". Así presenta la pieza el guitarrista en sus redes sociales.

'Suspiro al cielo' es el tercer adelanto de 'Guitarrissimo', un álbum en el que Casares regresa a la quintaesencia de la escuela de guitarra más ortodoxa y refinada con la intención de acompañar a la sociedad española en un momento tan difícil y complejo como el que estamos atravesando.

Daniel Casares (Málaga, 1980) ogró el Premio Nacional de Guitarra Bordón Minero a los sólo 16 años (el ganador más joven en la historia de los importantes reconocimientos), ha tocado para divas como Cecilia Bartoli, cantaores como Juanito Valderrama y le ha escuchado en directo Barack Obama. Entre sus aventuras discográficas más sobresalientes, 'Picassares', un homenaje al pintor de la Plaza de la Merced para el que contó con las colaboraciones de luminarias como Dulce Pontes y Miguel Poveda, y su revisión de uno de los ochomiles de la guitarra española, el 'Concierto de Aranjuez', de Joaquín Rodrigo.