A finales del pasado verano, la empresa Autocine Madrid Race anunció su interés por Málafa capital como posible escenario para montar una sala de cine al aire libre a la que acudir con el propio vehículo, tras el éxito de su primer proyecto en Madrid, cercano a cumplir tres años funcionando en la Plaza Castilla.

Según explicaba entonces a este periódico una de las fundadoras del Autocine Madrid Race, Cristina Porta, Málaga cumplía con todos los requisitos exigidos, buen clima, riqueza cultural, falta de competencia... de manera que se lanzaron a la búsqueda de la parcela idónea, una que también aprobase en las cuestiones técnicas tales como contar con buenos accesos, visibilidad y condiciones óptimas de circulación.

Después de nueve meses «gastando suela» por Málaga, Cristina Porta y su socia, Tamara Istambul, se decantaron por un solar de 15.000 metros cuadrados, ubicado en el entorno de La Térmica y en propiedad de Repsol.

Aunque todo apuntaba a que sería la localización definitiva, una incompatibilidad urbanística impidió la concesión de los permisos pertinentes para ocupar la parcela, destinada -tal y como refleja el Plan de Ordenamiento Urbano- a convertirse en equipamiento público a largo plazo. Por tanto, sin más dilación, hubo que empezar a buscar otro emplazamiento a pesar de que las expectativas de las dos emprendedoras granadinas estimaban el arranque del proyecto antes de que se agotase el 2019.

En cuanto a la predisposición del Ayuntamiento de Málaga, el concejal de Urbanismo, Raúl López, apuntaba a la existencia de una buena relación entre ambas partes así como la mutua voluntad de colaboración: «Se han comprometido a darle un repaso a todas las visitas, inspecciones, estudios que han hecho. Y yo me he ofrecido a negociar y buscarle soluciones, a colaborar».

Más cerca

Meses después, la posibilidad de contar con un autocine en la capital malagueña como otra vía de esparcimiento en mitad de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus parece estar más cerca.

«Estamos en búsqueda. Ya hemos encontrado alguna localización, estamos viendo a ver... seguimos insistiendo y lo vamos a conseguir», asevera Cristina, que lamenta que la falta de encaje urbanístico retrasara la apertura de su segundo autocine. «No es un negocio fácil, ni se abre de un día para otro como mucha gente está haciendo. Estamos flipando».

La apertura de un autocine, aunque se está presentando como una solución frente a la atípica época estival que se presenta, para las fundadoras del Autocine Race Madrid ha trascendido más allá. Según su filosofía, su proyecto no implica solo ver una película desde el «minipalco» del vehículo propio sino una posibilidad para renovar zonas deprimidas de las ciudades y buscarles un nuevo uso, en este caso, cultural.

Apertura en Madrid

Por lo pronto, el Autocine Madrid Race ya se ha adelantado a la apertura de la mayoría de las salas de cine con una sesión inaugural que reprodujo el gran clásico de Grease en la gran pantalla, además de implantar nuevas medidas para adaptarse a la situación actual: un aforo reducido (de 350 a 100 vehículos), una plantilla ataviada con guantes y mascarillas y la venta de entradas exclusivamente por internet.

Con todo, el autocine colgó el cartel de «sold out», el mismo que se extiende ya hasta la próxima proyección, 'Pulp Fiction'. «Lo único que hemos hecho ha sido reducir el aforo y extremar algunas medidas, pero ya el autocine de por sí está hecho a medida para convivir con este virus», añade Cristina Porta.

Sobre la posibilidad de traer este modelo cinéfilo a la capital de la Costal del Sol, la empresaria granadina prefiere no desvelar muchos datos, descarta el verano, eso sí, pero es contundente al afirmar que este año conseguirán montar su autocine en tierras malagueñas: «Pronto tendréis noticias nuestras».