El Festival de Cine de Málaga ha convocado el próximo viernes, 5 de junio, su consejo de administración, con el objetivo de proponer el plan director de la 23 edición, que prevé su celebración del 24 al 30 de agosto, tras el aplazamiento del certamen en marzo debido al coronavirus.

Este documento, que recoge la hoja de ruta del Festival en sus nuevas fechas y adaptado a las condiciones de seguridad impuestas por la pandemia de la Covid-19, deberá ser aprobado posteriormente por las autoridades sanitarias, informaron a través de un comunicado.

Una vez iniciadas las fases de la desescalada, todo parece indicar que la «nueva normalidad» se instalará a finales de junio, han dicho, por lo que el Festival de Málaga propone celebrar esta 23 edición del 24 al 30 agosto, con la posibilidad de adelantar su inicio si otros eventos ciudadanos importantes para Málaga como la Feria no pudieran celebrarse.

La seguridad, primordial

El objetivo es hacer un festival «amable y seguro» en el que primará el «cine» (exhibición) sobre el «evento social», con supresión de encuentros colectivos, actos lúdicos y cualquier otra actividad que suponga aglomeración de público y sustitución de la alfombra roja por un photocall para medios de comunicación.

Así, han apuntado que se adapta el modelo a las circunstancias convirtiéndolo en formato. En esas fechas se prevé que las salas de exhibición estarán abiertas con restricciones de aforo y aplicando importantes medidas higiénico-sanitarias. El Festival seguirá ese formato, convirtiendo los teatros en cines y aplicando las mismas medidas que se impongan a estas.