Sólo el coronavirus pudo contener, momentáneamente, el ascenso del rapero malagueño Delaossa: el decreto de estado de alarma obligó a suspender su concierto en la Sala París 15 del pasado marzo, en el que iba a anticipar sus nuevos temas ante su parroquia más fiel, la boquerona. Finalmente, lanza hoy su esperadísima mixtape, La Tour Lifee, un reflexivo souvenir de la nueva vida del chaval de El Palo que se ganaba la vida como podía «montando partidas de póker y trabajando en un chiringuito» y que ahora viaja entre Latinoamérica y España mostrando sus dinámicas y leídas rimas.

Son sólo cinco (pero muy jugosos) temas en los que Daniel Martínez de la Ossa (Málaga, 1993) habla sobre la vida en la carretera (se pasó todo el 2019 de gira), la añoranza de su gente, de estar fuera de casa, ir de una ciudad a otra, de fiesta en fiesta; un repertorio que es una instantánea de un momento de encrucijada: «Pensando más en el prestigio que en las ventas / Yo que siempre hice esto por pasión / pero dime quién dice que no al dinero cuando entra», rapea en Veneno.

Se trata de un puñado de meditaciones, con más preguntas que respuestas, sobre el aquí y el ahora del malagueño: «Estuve entre el cielo y el infierno buscando equilibrio / y vi que abajo no estaban tan sucios ni abajo tan limpios», «Recuerdo llegar de clase y ver a mi madre calva / recuerdo ver a todo El Palo en el paro y sin esperanza / si querías dinero tenías que vaciar esa lancha / la vida es un combate sin revancha», «Cuando teníamos poco / cuando no había ni pa' tos', repartíamos pa' tres / no lo queríamos todo / a nosotros nos bastaba con pagar el alquiler / pero llenamos los bolos / pero llevamos los oros», son algunas rimas escogidas de la mixtape, coronada por una contundente sentencia: «Un pobre con talento y rabia es un emperador».

Son todos ellos argumentos que demuestran que lo del primer disco de Delaossa, Un perro andaluz y temas como La placita, que en pocos meses superaron los 10 millones de reproducciones en plataformas digitales (para los que valoran rankings de este tipo), no fueron fuegos artificiales y que hay todavía mucho rap lejos del trap, mucha escena sin bling bling y pampaneo. Porque, como rima Dela en Aleluya: «Ahora sale Travis y tos' sonáis a Travis / Tos' quieren ser J Balvin o Bad Bunny / Sólo sabéis corrientes, parecéis lemmings / Yo soy el inadaptado, como Balotelli».