Para algunos artistas el confinamiento no ha supuesto un frenazo en seco a su carrera sino, más bien al contrario, un ascenso aún más pronunciado. Es el caso de Chema Rivas, un malagueño de apenas 20 años cuyo Mil tequilas se ha convertido, sin duda, en la canción más popular durante esta cuarentena, con permiso de Resistiré, del Dúo Dinámico. Que la actriz Ester Expósito baile tu tema en bikini y bata mordiéndose el labio cuando suena el verso «Baby, tú y yo» es lo más parecido a un aval de popularidad que pueda conseguirse en estos tiempos de TikTok, Instagram y derivados.

¿Cómo ha conseguido este estudiante de Grado Superior en Educación Infantil un Disco de Platino, sin featurings, ni padrinos? Mil tequilas es una canción romántica latina de toda la vida pero con ritmos entre el reggaeton y el trap, y un estribillo como un pepinazo: «Que quiero, que me los des aunque yo nunca te lo pida / Que cuando caiga la noche y me iluminen tus pupilas / Quiero tomarme contigo mil chupitos de tequila / Y eso que yo la tequila no la he probado en mi vida / Baby, tú y yo, baby, tú y yo / Estamos hechos para estar los dos», canta Rivas, con su voz singular, más rasgada y rockera de lo habitual en este tipo de género.

Padres

José María Rivas Béjar nació en Ítrabo (Granada), pero es boquerón boquerón (vive en Vélez-Málaga). Su padre, comercial de frutas, tocaba la guitarra (en la banda La Taberna de Moe) y escribía poesía, su abuelo y su madre, propietaria de una tienda de ropa, hacían sus pinitos cantando. A los 13 años (no hay que remontarse tanto: hace sólo 7 años de aquello), cayó en sus manos su primera guitarra y desde entonces ha estado trasteando. En octubre pasado subió a su cuenta de Instagram un pequeño fragmento de una canción que atrajo, así de la nada, unas 20.000 visitas, entre ellas las de los ojeadores de la agencia de representación artística Ophion. Rápidamente ficharon a Chema. Sí, era un trozo de Mil tequilas, la canción que le llevó de tocar en locales pequeños de Granada y Málaga a hacerlo en la sacrosanta Kapital, en Madrid.

Canciones

Compositor instintivo y estajanovista (dice que ha escrito más de 100 canciones durante el confinamiento: «Algunas me salen en 20 minutos; para otras tardo semanas», ha confesado), dice que el «tiempo y el esfuerzo» son las mejores melodías: «Quién le iba a decir al niño de 14 años que con el tiempo, con esfuerzo y, sobre todo, ilusión iba a llegar a lograr esto. Cuando me llegó el Disco de Oro estaba con mi hermana y nos hinchamos a llorar los dos. Mi hermana sabe todo lo que la musica significa para mí y nunca me había visto llorar. Ha sido de las mejores experiencias de mi vida», ha declarado en una reciente entrevista en Los 40.

El tiempo, el esfuerzo... y su madre. Porque ella siempre ha apoyado el sueño de Chema: cuenta que cuando recibió su primera nómina como artista le compró una pulsera a su madre que tenía grabada las palabras «loca soñadora». Parece que esta loca soñadora tenía razón y de loca tiene muy poco.

Mil tequilas atesora casi 17 millones de visualizaciones sólo en YouTube (dicen que redondea los 30 millones de streamings sumando el resto de plataformas populares). Pero el malagueño no ha parado: ha seguido publicando temas para mostrar sus diversas facetas y aristas, como Bala Perdida, Ella, Entre tú y yo, Dame más... Todos, claro, con estribillos pegajosos, de los que resulta casi imposible escapar.

Ahora, Chema Rivas tiene puesta su mirada en Latinoamérica, un mercado natural para su música, que bebe tanto de los ritmos del urban de allí. Seguro que el malagueño ya se ha puesto manos a la obra porque, como suele decir, es un hombre de «hacer las cosas, no de decirlas». Y seguro que este bala perdida confeso pero matizado («¿Quién sabe si el simple hecho de ser un bala perdida forma parte de tu camino ? La verdadera pregunta sería... ¿cuál es tu camino?») lo consigue.