El cordobés Manuel Moyano (1963) sigue mostrando con cada obra su versatilidad, una envidiable capacidad para cambiar de registro sin que por ello se vean mermadas ni su calidad ni tampoco el estilo, su santo y seña.

Tras haber transitado con éxito por géneros como los cuentos de misterio ('El amigo de Kafka', premio Celsius de la Semana Negra de Gijón), el humor absurdo ('El imperio de Yegorov', finalista del premio Herralde), el best-seller de ciencia ficción ('La hipótesis de Saint Germain'), la biografía literaria ('Mamíferos que escriben') o la novela de aventuras ('El abismo verde'), en 'Cuadernos de tierra', que acaba de publicar la editorial palentina Menoscuarto, se echa la mochila al hombro para viajar a pie por Murcia, Alicante y Albacete, el desconocido sureste español.

Desconocido porque ni la Manga del Mar Menor ni Benidorm asoman por este libro (Benidorm, si acaso, a lo lejos), pues el autor prefiere moverse tierra adentro, por huertas de ensueño, páramos desérticos, valles y sierras abruptas y solitarias sólo holladas por sus habitantes y raramente por turistas.

'Cuadernos de tierra' sigue la estela de los viajes de su admirado Camilo José Cela, que con tanta pasión leyó en su adolescencia, y recoge las notas de un lustro de rutas, breves escapadas anuales en solitario, con la aquiescencia de Teresa, su mujer.

En este libro, Manuel Moyano vuelve a demostrar su excelente manejo de la prosa, capaz de resultar sobria y a la vez estimulante, con los sustantivos y adjetivos precisos, lista para describir con pocas palabras pero con todos los matices necesarios lo mismo un collado yermo que el paso por un bosque exuberante, el encuentro con un jabalí o el almuerzo en una tasca llena de cazadores y futboleros.

El resultado es un paseo lleno de vida siguiendo el curso de los ríos Segura, Mula y Vinalop o mientras asciende senderos hasta llegar a pueblos como Ayna, la Suiza de la Mancha, uno de los escenarios en donde se rodó 'Amanece que no es poco'.

Manuel Moyano camina porque «mientras se camina, la vida parece tener algún sentido», pasa por las rutas que siglos atrás cruzaron los elefantes de Aníbal 0 los moriscos antes de su definitiva expulsión de España, se topa con funerales anunciados a golpe de megáfono, con pastores y fiestas y, a lo largo de este luminoso libro, también con enigmáticos personajes como un asesino en serie, un supuesto nazi 'ermitaño' 0 una irracional matanza de la Guerra Civil. El escritor, al tiempo que nos relata su deambular, también tratará de indagar en estos enigmáticos personajes y sucesos. El resultado es un libro con las dosis suficientes de buena literatura, naturaleza, antropología y misterio como para atrapar a todo tipo de lectores. Un híbrido que funciona y que anima a patearse la vida.