A Pepa Niebla el coronavirus la encontró a punto de sacar un disco, muy especial, en su carrera. La pandemia trajo el dilema: ¿qué hacer, seguir adelante con el lanzamiento o postergarlo, a la espera de unos hipotéticos tiempos más propicios? La antequerana se lió la manta a la cabeza y, cabezona, se dijo: «Adelante. Ya». Así que desde finales de mayo está disponible Renaissance, un álbum que, claro, supone el renacimiento en la que es para muchos la gran voz del jazz made in Málaga: debuta como compositora y añade elementos más personales e íntimos a su estilo.

Se trata de una colección de canciones «hermosamente escrito y ejecutado, que te transporta a otro lugar». Son palabras del pianista Shai Maestro (firmante de uno de los grandes trabajos jazzísticos de hace un par de temporadas, The Dream Thief, en ECM, el santuario de Manfred Eicher). Avalan estos 55 minutos, de jazz vocal prístino y transparente, cercano y cálido, en el que sobresale la garganta de la cantante, siempre a la búsqueda de la emoción directa, arropada empáticamente por el guitarrista Toni Mora, el pianista Maxime Moyaerts, el contrabajista Alex Gilson y el baterista Daniel Jonkers. Juntos tejen un sonido elegante, afín al de elegantes cantoras jazzísticas como Dianne Reeves y Lizz Wright, por poner dos ejemplos de musas confesas de Niebla.

Dice Javier Ruibal que en Pepa Niebla «concurren muchas cualidades, pero las más notables son la calidez de su voz, que es una prolongación de su persona, y el deseo de no renunciar nunca a la emoción que va desde ella hasta el oyente con un hilo infalible por el que discurre además el afecto y el agradecimiento por la presencia de quien escucha». Renaissance, ?grabado en Bruselas (ciudad en cuyo conservatorio ha terminado la carrera y maestría de Jazz) y Granada entre abril y noviembre de 2019, hace buenas las palabras del gaditano: está hecho con mimo, amor y tesón por Pepa, sin intermediarios, ni supervisores, ni gente a la que rendir cuentas. Cuenta que se ha producido toda esta aventura, de su bolsillo, a su manera, porque no quería depender de si una discográfica la encontrara o no. Independencia total y absoluta.

Originales

El disco incluye cinco originales de Pepa, historias de amor, familia e inmigración (la malagueña ha residido en Granada, La Habana, Londres y Bruselas, ciudad en la que lleva años afincada) que amplifican la sinceridad y honestidad de todo lo que sale de la garganta de la de Antequera, ya sea en inglés, español o en portugués; el idioma siempre es el mismo: el del sentimiento. «El título del disco hace referencia a un nuevo comienzo, pero no un comienzo más, sino el verdadero comienzo. Lleva implícito una transformación, un mudar la piel. Una confirmación del ser. En definitiva, estar en paz con uno mismo», aseguró hace unas semanas a Tomajazz. Estar en paz con uno mismo en medio de una pandemia mundial y la inestabilidad económica global: es posible. Oíganla.