Estaba claro que la historia de una huérfana que despierta en una morgue y descubre que una secta secreta de monjas cazademonios que luchan con metralletas y katanas le ha conferido superpoderes no iba a ser un imán para la crítica más exigente; tampoco es que en Netflix les preocupe demasiado. Lo suyo, en la mayoría de los productos de su catálogo, es el entretenimiento puro y duro y la primera temporada de 'Warrior Nun' ('La Monja Guerrera') cumple, sobre todo para los aficionados a la ficción de género en su vertiente más pulp. La tanda inicial de episodios de la serie rodada fundamentalmente en Málaga ya es uno de los contenidos más populares de la plataforma de streaming, y eso trasciende calidades, críticas y opiniones: que millones de personas en todo el mundo contemplen algunas de las más singulares estampas de la Costa del Sol resulta algo impagable.

De momento, ya hay varias publicaciones internacionales, como Refinery 29 y buena parte de las reseñas destacan el imponente look histórico y patrimonial malagueño como el principal atractivo de la serie. No cuesta imaginar a muchos profesionales del audiovisual con la boca abierta al contemplar la Cueva del Tesoro, la Catedral y la Colegiata de Antequera, algunos de los espectaculares escenarios por los que pasó el equipo comandado por Simon Barrett, que estuvo entre nosotros entre marzo y julio. Desde 'El puente de San Luis Rey' una producción internacional no había explotado tanto las bondades del look de nuestra Málaga.

En unos tiempos tan complicados para el turismo por la pandemia del coronavirus, que una monja guerrera como la interpretada por Alba Baptista podría suponer, desde luego, un importante empujón. Porque quién sabe si las andanzas de esta mujer con tanta fe como habilidad con su españa terminan siendo un fenómeno con fans dispuestos a viajar a nuestra Costa del Sol para conocer in situ los lugares en que se grabó su serie favorita. Que se lo pregunten a las ciudades y pueblos donde se rodaron 'Juego de Tronos', 'El señor de los anillos' y un largo etcétera de películas y series que han generado un turismo cinematográfico y televisivo que ya arroja importantes dividendos.

Por no hablar del dinero invertido directamente entre nosotros durante la grabación: unos 15 millones de euros, según Fresco Films, la empresa malagueña responsable del service español de 'Juego de Tronos' y que ya captó para la Costa del Sol proyectos televisivos tan señeros como la segunda temporada de 'Snatch', por ejemplo. Peter Welter y los suyos están detrás de que esta monja guerrera que nació en las páginas de un cómic (de Ben Dunn) batallee en nuestra tierra y, de paso, se convierta en nuestra mejor agente de viajes.