Reanuda su agenda de conciertos, pero su nombre no ha dejado de sonar durante los últimos meses por dos razones: la primera, Corazón valiente, su canción para la banda sonora del documental sobre Pablo Ráez, Siempre fuerte.

No nos conocíamos, pero siempre he tenido una conexión con Pablo. No sé si por el tema del cáncer, que yo he padecido, o por su manera de pensar y afrontar esta enfermedad, que siempre he notado que algo me hermanaba a él. También Dani Rovira, amigo mío, les aconsejó [a los productores del documental] que me llamaran. Y encantada les dije que sí del tirón.

La segunda razón, otro tema, esta vez para una película de ficción, La lista de los deseos, el filme recién estrenado del fuengiroleño Álvaro Díaz Lorenzo; una película sobre dos mujeres con cáncer que deciden exprimir la vida.

Se le ocurrió a Salva Reina, amigo y actor en la película. Leí el guion y recordé mi experiencia con el cáncer, pero desde otro punto de vista. Sobre todo porque estoy viva. Es como una celebración.

¿Cómo ve el horizonte de la creación artística con la actual pandemia?

Creo que ha llegado un momento en el que es importante darse espacio y reinventarse, es una buena época para pensar hacia dónde quieres dirigir tu carrera. Aunque hay contradicciones. Por ejemplo, que no se puedan hacer conciertos como antes, pero después te montas en un avión que viaja de Málaga a Mallorca y vamos todos en una fila de tres. Esto no se entiende, todo es un poco caótico ahora mismo. No está claro cómo se tienen que hacer las cosas. Pero bueno, hay que llevarlo con paciencia, amor y humor, estos ingredientes no se nos pueden olvidar nunca.

Su nueva música tiene mucho que ver con el hang, es la base de Corazón valiente.

Ya he sacado dos canciones en las que va muy ligado, sí. El hang es un instrumento fuerte y duro porque es de hierro, pero es delicado también con el frío, el calor, el agua, los contrastes. Me pareció que hacer una canción con un instrumento con estas connotaciones para Pablo idóneo. También me ayuda a componer. Al ser de percusión y harmónico es como muy intuitivo, salen melodías, le pones letras y a jugar.