¿Es posible que la canción más luminosa y con brisa de lo que llevamos de verano sea una firmada por un joven de Helsinki? Y tanto. Coco Green presenta esos días Amor tropical, un tema (y ya van tres) que suena muchísimo a hit y que confirma al finlandés como un singular talento, tan comercial como singular, de nuestro país. Ah, quizás la clave del brillo y la calidez de la canción está en el hecho de que Coco creció entre nosotros, en Málaga.

Lanzarote, Portugal... y la Costa del Sol. La familia de Oliver Green (verdadero nombre de este muchacho rubísimo y de look inequívocamente surfero) se instaló en la Costa del Sol para vivir a su manera, lo más lejos posible del frío de su tierra, siguiendo el rumor de las olas. Aprendió a rasguear la guitarra para tocar junto a su padre, fan absoluto de Cat Stevens y The Eagles, las canciones que éste le componía a su madre; mientras, con los colegas boquerones se introdujo en el rock made in Spain de Marea y Extremoduro (y en el acento de tes acolchadas y haches aspiradas que se nota en su forma de hablar y cantar).

Estudió Música e Interpretación en Málaga, pero pronto viajó, primero, a Barcelona y, después, a Madrid, para labrarse su camino, como fuera: ha trabajado como locutor de radio (en inglés), ha hecho webseries y ha servido cafés y copas mientras se formaba en la prestigiosa escuela de actuación de Cristina Rota. Publicó un primer álbum a su nombre pero una obligación con su país de nacimiento iba a marcar su trayectoria ascendente: su nacionalidad finlandesa le obligaba al servicio militar, sin excusas, sin justificaciones ni prestaciones sociales sustitutorias. Fue un simple punto y seguido.

Ahora, libre de compromisos con banderas, Oliver se hace llamar en lo artístico Coco Green y cuenta con dos avales importantes para la viabilidad comercial de su música: Juan Ewan, excomponente de El Sueño de Morfeo y su A&R (ya saben, cazalentos de la industria), y el sello BMG, que está detrás de la terna de sencillos que ha publicado a lo largo de los últimos meses. Un armazón sólido para su pop bailable, con mucho de soul suave y playero, perfectamente consumible por los fans de Vance Joy y Milky Chance, entre otros. Low Key Fantasy, Humble, A.M. Sorry y Amor tropical (desafío a quien escuche el estribillo «Es un amor tropical / mi buen amor tropical / Amor vacacional / es un amor tropical / Quiero descubrir tu jungla entera» y sea capaz de olvidarlo) son las primeras canciones de su reinvención, y ya le han subido a lomos de una gran ola.