El Festival de Cine Fantástico de la UMA (Fancine) lleva décadas siendo una pieza clave en la educación cinematográfica de varias generaciones de aficionados malagueños. ¿Saben, por ejemplo, que en sus pantallas se estrenó entre nosotros Reservoir dogs Muchos años antes de que las plataformas de streaming se convirtieran en el escaparate de propuestas preferido por casi todos, el Fantástico, como lo denomina la parroquia fancinera, programaba a Peter Jackson (en sus años gore), Lars Von Trier, Peter Greenaway y Jorg Buttgereit, entre muchos otros, o rescataba joyas inencontrables en pases inolvidables (recuperaron la fantástica miniserie sesentera francesa Belfegor, el fantasma del Louvre). Son unos pocos ejemplos de una encomiable labor de amor por el cine, en su vertiente más fascinante, la de todos esos géneros que nos hacen dudar de la realidad y que apilamos como fantastique. Y la cita sigue imparable, a punto de celebrar un aniversario redondo: ¿Creían que el coronavirus Pues apunten las fechas: del 11 al 19 de noviembre los amantes de las películas en las que todo puede ocurrir tienen fiesta.

El festival ya ha empezado a ofrecer aperitivos de su próxima convocatoria. Así, entre las novedades más destacadas destacan el autocine que se dispondrá en el aparcamiento central del Campus de Teatinos, un espacio que albergará las secciones El fantástico en familia (parcela para introducir en el género a los más pequeños de la casa, con cintas aptas para todos los públicos e imaginaciones como La chica que saltaba a través del tiempo, de Mamoru Hosoda) y Las perlas de Fancine (en la que se recuperará, precisamente, Reservoir dogs) y se proyectarán clásicos recientes como Regreso al futuro, Días extraños o El tiempo en sus manos.

Si se han fijado bien en los títulos mencionados se habrán dado cuenta de que hay un eje en la programación de la edición número 30 de Fancine: el tiempo. El certamen ya ha presentado su cartel, elaborado una vez más por el diseñador Agustín Pedrero Linares, y que se titula El crononauta: una cabeza humana como un reloj, entre retro y cibernético, que invita a entender el pasado, presente y futuro como un continuo caracterizado por la capacidad de asombro y la maravilla. «La intención de este diseño es hacer ver al público de Fancine que la forma más sencilla de viajar en el tiempo es ir de espectador al cine. Y, por tanto, este cartel es un pequeño homenaje a todos ellos, en agradecimiento a los años que llevan acompañándonos», asegura el responsable de la pieza en el periódico universitario Aula Magna.

Y como el tiempo nunca se detiene, la cita audiovisual de la UMA quiere sumarse al presente y al futuro del disfrute de las películas estrenando una sección online, de la mano de una de las ventanas de exhibición más queridas por los aficionados españoles, Filmin: será un espacio que recuperará títulos ganadores de anteriores ediciones del certamen, que los espectadores podrán descubrir o redescubrir desde su sofá.

Falta todavía por conocer el grueso de la programación de la cita audiovisual de la UMA, que seguirá teniendo el Cine Albéniz como base de operaciones y que, por supuesto, está preparando la adaptación de sus actividades a los protocolos higiénico-sanitarios que esta película de pandemias en la que no has tocado vivir estos meses. Seguro que habrá mucho y mucho bueno. Llevan 30 años en esto.