«Es una especie de estado de trance o de nirvana, de estar en contacto contigo mismo, con quién realmente eres y con el universo», así explica Anahita el significado de malakooti; una palabra que evoca espiritualidad y que, no en vano, es el apellido de esta joven iraní que eligió ejercer una profesión prohibida en su país: ser cantante solista.

La historia de esta soprano cautivó desde el primer momento al realizador malagueño Javier Gómez Bello, quien ha decidido compartirla con el mundo a través de un documental. La conexión espiritual de Anahita con la música queda patente en estos casi ocho minutos, en los que la fotografía, la banda sonora, y el guion realizan un retrato extraordinario de la vida de la cantante iraní.

El resultado de esta producción audiovisual no deja entrever que Malakooti es una obra realizada en tiempo récord y de forma casi improvisada por Gómez Bello respecto a sus trabajos previos. Porque, aunque no lo parezca, este proyecto fue desarrollado en tan sólo tres días.

Javier conoció a Anahita durante un encuentro promovido en Viena por ArteKino Festival en 2019, y se decantó por contar su historia al «no comprender» que le impidieran dedicarse a su pasión: «Ella me comentó que era una cantante de ópera, pero que en Irán estaba prohibido ser solista y que, por ello, estaba por Europa estudiando y haciendo conciertos». El también músico y poeta confiesa que le impactó tal injusticia, y que fue lo que le movió a presentar la idea del documental. Poco a poco comenzaron a apuntarse a la aventura. otros profesionales del audiovisual.

A contrarreloj

Javier Gómez contó con un equipo compuesto por cuatro personas, y todo se hizo a contrarreloj, desde el guion hasta el montaje. «Fueron tres días muy intensos, incluso sin dormir», resalta El artista detalla el proceso: «Yo no conocía Viena, y aun así fui solo a buscar localizaciones, porque quería grabar en sitios con grafitis para crear un contraste con la música clásica».

Contra todo pronóstico, Javier consiguió plasmar la vida de Anahita con maestría, y el día 23 de agosto de 2019 el documental se estrenó en Stadtkino, dedicado al cine independiente.

Recientemente, Malakooti ha ganado el premio a la mejor película documental en el Skyline Benidorm Film Festival. La edición de 2020 fue celebrada del 1 al 12 de julio a través de la plataforma de streaming Filmin, multiplicando la posible audiencia de esta necesaria historia.

Goméz Bello reconoce que «el hecho de que te premien un trabajo te da una gran satisfacción» a la vez que destaca: «Mi objetivo es intentar ser seleccionado cuando envío los cortos a los festivales. Así que solo el hecho de ser seleccionado es un premio».

Y, en este sentido, con Malakooti ha recibido muchos. El filme también ha sido seleccionado para otros catorce festivales tanto nacionales como internacionales. Todavía quedan por celebrar cinco de ellos: el XVIII Festival Fescigu, V Ficnova, VII Festival Internacional de Cine de Calzada de Calatrava, VI Festival Internacional Cine en las Montañas, y XXIII Festival de Cine de Málaga.

Javier Gómez afirma que se ha adentrado en el mundo del cine «por una necesidad de expresarse». De momento, su filmografía está compuesta por otros cinco cortometrajes: Chica Latina (2019), Poeta de Guardia (2019), The Polar Silence (2018), Goyun (2017), y A las doce abro (2014).

Con sus documentales, el artista es capaz de transportar al público desde el barrio malagueño El Palo hasta Laponia en Finlandia. Y todos ellos cuentan la historia de personajes interesantes y diversos, pero, sobre todo, reales. Anahita Malakooti es el último de ellos.