Francisco Javier Rodríguez Barranco, excomandante del Ejército del Aire y doctor en Filología Hispánica, es un tipo tan optimista y extrovertido como lector obsesivo. Hace ya más de cinco años, en enero de 2015, decidió dar un paso al frente y hacer lo que siempre había querido llevar a cabo: crear una editorial. De ese impulso creativo, nació Ediciones Azimut, un sello de altura 100% malagueño que da cabida a nuevas voces literarias, autóctonas y foráneas, en todos los géneros de esta creación artística. Editar en tiempos del coronavirus no es fácil, pero Rodríguez Barranco sabe echarle ganas a su gran pasión: «El año pintaba maravillosamente bien. Se inició con la inmodestia propia de los ignorantes y, por ello, el primer libro es uno de mi autoría titulado 'Pocas nueces', que es un libro de relatos que aspiran a ser una deconstrucción de la cotidianidad en clave de humor con gran protagonismo de los diálogos absurdos, en la línea de Tip y Coll o Faemino y Cansado», explica, para indicar luego que en febrero firmó varios contratos que auguraban «una primavera ilusionante, pero este año nos hemos quedado sin primavera, aunque no sin ilusiones, por supuesto».

En estos meses han nacido a la literatura 'La mujer menguante', de Petra Desiderata y 'Espejos. Redes. Mapas', de Libertad Córdoba, 'Todavía no es de noche en el paraíso', del autor argentino Emmanuel Lorenzo, los tres de poesía (Colección Pozos Dulces); 'Tiempo, Amor y Vida', de Elena Pimentel de Maqua (Colección Kandis, viajes); acaba de salir al mercado 'Vosotros, los que entráis', del columnista de esta casa Pedro Marín Galiano; también está ya en las librerías la colección de relatos ganadores del concurso literario 'La cuarentena' (Colección Harén-libros íntimos) y «no tardaremos en ponernos manos a la obra con 'Juan y los Murmullos', de la escritora mexicana Cristina Rentería, inspirada por la vida y obra de Juan Rulfo».

Las colecciones de poesía y de novela negra han nacido recientemente. «En realidad, la novela negra es una serie, llamada así, Serie Negra, dentro de la colección 5 y acción, dedicada al cine; paradójicamente, tanto la Serie Negra como la colección Pozos Dulces, dedicada a la poesía, nacen por una misma causa: la constatación de que no había un espacio claro para ambas manifestaciones literarias dentro de Azimut».

«En cuanto a la Serie Negra, se trata de un género por el que siento especial devoción desde mis años de lector de Borges y de Bioy Casares, pero no era fácil encajar dentro de la estructura de Ediciones Azimut tal y como estaba planteado. Había que abrirle espacio y se lo hemos abierto con la magnífica 'Vosotros, los que entráis', que ya desde el título conecta con dos de los mayores nombres de la cultura europea de todos los tiempos: Dante Alighieri y Sandro Botticelli».

Asegura que cree que la colección de relatos sobre el coronavirus que ha alumbrado su editorial es «la primera iniciativa al respecto que se ha promovido en el mundo, o, al menos, yo no conozco ninguna anterior a la mía». La comandó para tratar de aportar un «poquito de calor a este confinamiento tan universal». ¿Es difícil editar en tiempos de coronavirus? En cuanto a la producción, no ha notado grandes dificultades. No ocurre lo mismo con la difusión. «Se podía producir, pero no difundir, por lo que no tenía mucho sentido mantener una actividad editorial intensa». ¿Qué busca en un libro? «De la lectura de una obra me queda una sensación interna de si posee o no posee calidad; todo ello, claro, con arreglo a mis particulares parámetros, siempre discutibles. Es algo que quizás sería difícil racionalizar en una respuesta, pero digamos que si de la retórica clásica nos quedamos con tres momentos, la inventio (o trama), la distributio (o estructura) y la elocutio (o estilo), en mi opinión la labor demiúrgica del autor consiste en las dos últimas: la estructura y el estilo, que para mí son fundamentales». Tampoco dice tener especial predilección por autores locales o foráneos, sino que es la obra en sí la que le interpela, la que le hace decidir. ¿Y en un escritor, qué busca? «Lo que yo busco son enfoques nuevos». Para él, la misión del autor no es contar, ·»sino crear», con un «constante esfuerzo de innovación»: «aires nuevos». Cuando nació la editorial, lo hizo con cuatro colecciones: cines, viajes, erotismo y libros excepcionales que no cupieran en los anteriores, que más que un cajón de sastre era «una puerta entreabierta». Y dentro de cada tema, cabían todos los géneros.