¿Ha cambiado mucho su vida en las últimas semanas?

Entrar en un club tan selecto de escritores implica una gran responsabilidad, sobre todo, por el hecho de anudar tu nombre a uno de los premios literarios más importantes que se conceden en este país.

Muchos pueden quedarse con la Sandra Barneda presentadora de La isla de las tentaciones o la autora de Un océano para llegar a ti, pero su pacto con la literatura ya tiene unos cuantos años de vida y cinco libros sobre la mesa.

Algo así no se improvisa de la noche a la mañana, sino que detrás hay un trabajo de largo recorrido que me ha traído hasta aquí...

¿La mujer vuelve a tener un rol vertebrador en una de sus novelas?

Ésta es una novela luminosa en la que se retratan temas universales como es la falta de comunicación o las dificultades para hacerlo... Habla de los surcos que se van originando a partir de los secretos o unas verdades veladas, es decir, todos esos malentendidos que fluyen entre seres queridos. La verdad es algo que está muy presente en nuestras vidas y, por lo tanto, es un recurso bastante contemporáneo porque forma parte de la espina dorsal del ser humano.

Pero, insisto, Gabriele es una pieza clave en esta trama, un personaje tan voluminoso como el que tuvieron otras mujeres en Reír al viento o La tierra de las mujeres.

Ésa es una cuestión que los periodistas miran mucho más que yo... Me gustaría que cuando Posteguillo o Cercas tiene un personaje masculino potente le hicieran esa misma pregunta...

...Yo se lo he preguntado...

...debemos empezar a pensar que el lenguaje de las emociones es universal y pensar más allá de los géneros. Lo menos importante a la hora de escribir una buena historia es si el protagonista principal es una mujer o un hombre.

¿Qué se van a encontrar los lectores en esta novela?

Es una trama que construye unos puentes emocionales en el seno de una familia que queda desestabilizada a raíz de una muerte: es un desfile de secretos familiares que llevan años ocultos y que van apareciendo en sus páginas. Su final es luminoso y esperanzador porque, entre otras cosas, he querido que los personajes, y con ellos los lectores, aprecien los detalles ordinarios y la belleza de la vida.

Usted, que conoce lo que es vivir largas temporadas en Nueva York y Los Ángeles, ¿qué opina del giro político que se ha producido en Estados Unidos?

Los sondeos han vuelto a equivocarse... A priori no nos esperábamos unos resultados tan ajustados, pero sí la pelea y las impugnaciones que plantea Donald Trump. Lo que rezuma este recuento interminable es que aún hay mucho Estados Unidos detrás del candidato republicano: la sorpresa no es que gane Biden, lo extraño es que queden tantos votantes de Trump.

¿Cree que esta crisis sanitaria, económica y moral va a verse reflejada en la producción literaria de los próximos años?

La literatura, la pintura, el arte y, en general, el mundo de la cultura es un reflejo de los tiempos que nos toca vivir. Si abrimos las páginas de Fortunata y Jacinta nos vamos a encontrar de frente con el arranque del siglo XX en España, pero algo parecido sucede con Tolkien, Tolstói o Jane Austen, en el caso del periodo victoriano, porque son autores que hicieron un retrato casi perfecto de la época que vivieron... La Covid-19, las transformaciones sociales derivadas de la pandemia y los efectos psicológicos tendrán un protagonismo muy relevante en las historias que se cuenten en las próximas décadas. Todavía no somos conscientes del desastre social que se ha desbordado con la crisis del coronavirus y otras amenazas similares que están por venir.

Parte de la soledad que destila Un océano para llegar a ti sí que conecta con el periodo de mayor soledad que nos ha tocado vivir en lo que llevamos de siglo.

La novela no está entrelazada con la realidad que estamos viviendo en estos momentos, pero sí es una historia que reconforta y te acompaña, una trama que sabe medir muy bien las distancias que creamos los seres humanos cuando decidimos guardar silencio. Un océano para llegar a ti consigue fabricar emociones donde no existían.

¿Sandra Barneda es una escritora que se mueve en dos planos profesionales, el periodístico y el literario, pero en qué faceta se siente más cómoda o liberada?

Son dos facetas diferentes pero, a la vez, complementarias... La televisión siempre logra sacar la leona que vive dentro de mí, mientras que escribir es un oficio de humildad diario. Lo primero me permite vivir en un espacio público y lo segundo es un lugar de soledad. Uno de mis méritos es haber encontrado el equilibrio perfecto para convivir en estos dos espacios.

¿Y a la conductora de un programa como La isla de las tentaciones le queda margen para las sorpresas que se encuentra semana tras semana?

Siempre me sorprende... Una de las cosas más bonitas que tenemos los seres humanos es esa capacidad de sorpresa y, sinceramente, no es bueno perderla... Salirnos de la norma es algo saludable y las reacciones que se sucedían semana a semana no me dejaban indiferente. En La isla de las tentaciones hay material de sobra para inspirar unas cuantas novelas: la realidad siempre supera a la ficción.