La forma de las estrellas. Así ha titulado el malagueño Alejandro Cano Palomo su obra que ha quedado finalista en la XXXI edición del Premio Jóvenes Compositores Fundación SGAE-CNDM. Solo cuatro han sido seleccionadas para el concierto final que tendrá lugar en el Auditorio 400 del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. En esta edición la cifra de participantes ha sido el doble que en ediciones anteriores. La situación de la Covid-19 obligó a que se actualizase las bases de inscripción para priorizar la vía telemática. Dadas las circunstancias, el malagueño está muy contento de haber sido elegido como finalista: "Estar entre los cuatro finalistas es un honor".

El jurado compuesto por los compositores Julián Ávila Sausor, Juan Cruz Guevara, Alejandra Hernández, Israel David Martínez y Sonia Megías escogieron la obra de Cano y las del resto de los finalistas para optar a los cuatro galardones: Petendam Pluviam (Juan Delgado Serrano), Disintegrated Strata (Llum Martín) y Desconstrucción de un referente (Pilar Miralles Castillo). El compositor malagueño empezó a hacer la obra sin intención de presentarla al concurso: "La escribí antes de presentarla al certamen , y al verla creí que podría encajar con el concurso". En muchas ocasiones él escribe la obra pensando en las condiciones que requieren y no le preocupa si luego no sale ganadora o finalista: "Intento que se toque independiente si tienen buen resultado o no", añade.

"Fue una sorpresa cuando me llamaron", admite Cano. El malagueño conoce este concurso desde hace bastante años: "Es muy conocido entre los jóvenes compositores en España". La Fundación SGAE y el CNDM convocan de forma anual este premio con el fin de estimular la creación de la música clásica contemporánea entre los jóvenes compositores. Desde que se creó en 1987 por la SGAE, se ha convertido en uno de los certámenes más importantes por su organización, rigurosidad y el prestigio de los intérpretes y de los jurados partícipes. Agustín Charles, Mauricio Sotelo o Pilar Jurado son algunos de los ganadores de las ediciones pasadas que son actualmente renombrados a nivel nacional e internacional.

Según Cano, la pandemia no ha afectado de forma negativa en el transcurso del concurso, pero sí en el aforo limitado del concierto. "Por problemas de movilidad, no podrán asistir los familiares y amigos de los compositores", añade. El malagueño dice que esta experiencia le está ayudando a que se dé más a conocer y así puedan tener referencias sobre él. "Principalmente, como en todos los concursos, el reconocimiento es indispensable a la hora de tocar en algunas puertas y presentarte en agrupaciones de música". Los dos referentes que han acompañado a Cano en su carrera musical han sido José María Sánchez-Verdú y José Manuel López López. "Son compositores que siempre intento seguir, escuchar su música y asistir a cursos con ellos".

"Para terminar el 2020, tengo otros dos conciertos; el día 10 de diciembre en Madrid, que estreno una nueva obra: Verso la fine, y el 15 de diciembre en la Universidad de Murcia". Después del concurso, el compositor va a seguir con la actividad concertística. "Ahora estoy escribiendo para un dúo formado por la saxofonista Elisa Urrestarazu y la guitarrista Pilar Rius". Aunque corren tiempos difíciles por la cancelación de muchos conciertos y haya que cambiar el formato a streaming, Cano pretende seguir caminando en la cuerda floja. "Voy a seguir escribiendo, contactando con los intérpretes y seguir adelante".

Su trayectoria profesional

Alejandro Cano Palomo empezó estudiando piano y composición en los conservatorios malagueños con los pianistas Carlos Melero y Guillermo Carretero, y las compositoras Diana Pérez Custodio y María Dolores Romero. Completó su formación en el Conservatorio di Musica Francesco Morlacchi de Perugia. "Con ayuda de la beca europea me fui a Italia, donde descubrí otra dimensión de la composición musical y terminé allí mis estudios".

Después de formarse, empezó a escribir y a enviar sus obras a distintos intérpretes, además de presentarse a distintos concursos. Ha estrenado obras en España, Italia, Polonia, Bélgica y Suiza, y desde el año pasado es presidente de la Asociación de Compositores e Intérpretes Malagueños (ACIM). "Organizamos conciertos con intérpretes de Málaga y se interpretan obras de compositores de Málaga actuales". No obstante, con la situación de la pandemia se han tenido que parar y cancelar conciertos. "Aunque se den estas circunstancias, tenemos un proyecto muy bonito para dar visibilidad a los compositores e intérpretes de la provincia".

El malagueño hace dos recomendaciones para aquellos jóvenes que quieren llegar a ser compositores. "Escribir todos los días y asistir a todos los conciertos posibles; analizar muchas partituras e intentar absorber la creación actual en el panorama nacional e internacional".