Continúa el culebrón de las monjas que se fueron de Mula a Elche cargadas de obras de arte pertenecientes al patrimonio de todos los muleños. En octubre, cuando se cumplió el plazo dado por la Consejería de Cultura a las religiosas para que devolviesen los bienes a su sitio, el departamento que dirige Esperanza Moreno anunció que llevaría a las monjas ante la Justicia si no reponen las piezas que sacaron.

A día de hoy, las obras del Monasterio de La Encarnación continúan en la localidad de la vecina provincia de Alicante. Del patrimonio de los muleños faltan decenas de piezas: un Cristo de marfil, varias esculturas del Niño Jesús (entre ellas una de Roque López, el Niño de la Salud) y cuadros de primer orden como los retratos del rey Felipe V y de la reina María Luisa de Saboya, así como lienzos de temática religiosa, entre otras. También se llevaron el relicario original de la Santa Espina, que contenía el Lignum Cruci.

Según explicaron esta semana fuentes de la Consejería de Cultura, "las hermanas presentaron dos recursos de alzada. Uno, en el que se cuestiona el procedimiento seguido para declarar BIC los bienes muebles que formaban parte integrante del monasterio, y otro en el que ponen en cuestión la resolución de la Dirección General por la que se solicitaba que las piezas volvieran al monasterio o al entorno del mismo".

"La Consejería de Educación y Cultura ha desestimado ambos recursos y desde la Dirección General de Bienes Culturales se ha procedido a iniciar expediente sancionador, al decretar que presuntamente podría existir una infracción tipificada en la ley de Patrimonio Cultural que establece que el traslado de piezas catalogadas como BIC debe ser comunicado a la autoridad competente", detallan desde la Consejería que dirige Moreno.

El expediente "puede conllevar una sanción económica. Cuando concluya el mismo se verá el resultado", destacan las mismas fuentes, que, no obstante, no descartan la opción de "llegar a un acuerdo amistoso" con las religiosas.

El convento, sin inquilinos

Sobre la instalación de una nueva congregación en el Convento de La Encarnación, el alcalde explicaba que "no tenemos constancia en este momento de cómo van los trámites, pero sí que se mantiene la intención de que las Comunicadoras Eucarísticas del Padre Celestial pudieran instalarse finalmente en Mula".

Antes de ellas, iban a ir los Heraldos del Evangelio. Ya cuando se anunció su presencia, a finales del año pasado, se supo que llevaban en el punto de mira de la Santa Sede tres años. Y al poco de instalarse, el Vaticano les comunicó que se habían paralizado todas sus actividades. Por tanto, el convento, de momento, sigue sin inquilinos.

"Nunca tuvieron voluntad de devolverlas"

El alcalde de Mula, Juan Jesús Moreno, resalta que "desde el primer momento hemos visto que no había voluntad por parte de las hermanas en devolver las piezas". El Ayuntamiento ofreció un espacio seguro donde albergar las piezas, ya que la mayor preocupación de la congregación era que pudiera pasarles algo. "Nos ofrecimos a custodiar las piezas, a llevarlas a un espacio seguro y con todas las garantías. De hecho, siempre lo hemos hecho, tenemos un amplio espacio en el Convento de San Francisco, sede del Museo de la Ciudad, donde las piezas podrían estar protegidas, pero no ha habido voluntad por su parte que las piezas fueran devueltas a Mula", destaca.