Con los nervios propios de un lanzamiento musical, pero sencillo y cercano, el cantante malagueño Pablo Alborán ha charlado hoy con La Opinión de Málaga sobre 'Vértigo', su nuevo trabajo, que sale mañana a la calle y que ha ido tomando forma durante esta pandemia. Un disco aún más personal y en el que reivindica la importancia de los pequeños gestos, de esos momentos cotidianos «que hacen que la vida sea grande».

¿Cómo lleva el vértigo?

Lo llevo con mucha cautela, porque es un momento para transmitir también ilusión, pero con cautela, porque todos los planes que tenemos van con alfiler porque no sabemos si siguen adelante, si no siguen adelante. Por ahora está yendo todo muy bien, así que contenido, pero con mucha ilusión y ganas de que la gente descubra este disco, que es clave en mi carrera.

¿Cómo ha sido el proceso de creación y producción en plena pandemia?

Ha sido muy diferente porque es un disco que no espera nada a cambio, que he hecho sin siquiera a veces pensar si iba a salir o no, entonces hay mucha espontaneidad en el disco, mucha verdad, mucha sinvergonzonería, porque se ha hecho antes de la pandemia y durante la pandemia, entonces tiene un poco de todo, tiene unos subes y bajas brutales. Y había momentos del disco en los que yo decía bueno, como esto igual no lo saco pues me lo voy a pasar bien, voy a intentar cosas que la gente no espera que haga, o me daba igual si lo había hecho antes o si era una ida de pinza, era un poco como esa rienda suelta y luego una vez que iba poniendo en orden las canciones, la producción, pues ha sido brutal, porque involucrarme en la producción, en los sonidos, en los arreglos y hacerlo todo desde Benalmádena, desde Benalmáldena para el mundo, es muy significativo.

¿Es el disco en el que más involucrado ha estado en todo el proceso?

Sí, sí, sin duda. Primero por el momento y luego por lo personal, quería hacer un disco, como te decía, sin saber que era un disco.

'Vértigo' es un disco que tiene la esencia Alborán, pero en el que también prueba con nuevos sonidos.

Sí, he podido jugar con mi voz de manera que antes no había hecho, contener mi voz incluso, a veces, no irme a los giros efectistas que sé que a lo mejor me funcionan en otras canciones, hablar las canciones en vez de cantarlas. Y luego con los sonidos, trabajando el menos es más, pero investigando, hay mucho misterio en el sonido de esto disco.

¿Qué le inspira para componer y qué hace cuando le llega? ¿Es más ordenado o más caótico con su inspiración?

Pues tengo las dos caras. Hay veces que soy muy ordenado pero luego otras veces el desorden me inspira mucho. Estar en un confinamiento donde todo está desordenado y patas arriba y con una incertidumbre enorme, con mucho miedo, con mucho miedo a tu alrededor, con unas noticias negativas en la televisión todo el día, de pronto te crea una sensación de valorar lo afortunado que eres y de darte cuenta de las cosas que tienes a tu alrededor que no se han movido, que son claves en tu vida. Y todo eso me ha inspirado mucho en este disco, el valorar las pequeñas cosas que están ancladas en mi vida desde hace años y gracias a mi equipo, a mi familia, a mis amigos, a la gente que me rodea€ y de todo eso habla el disco y la inspiración me llega también cuando viajo, cuando leo, cuando recibo información. Si no recibo información, aunque sea negativa o positiva, no hay nada que salga de mí.

El miércoles hizo un showcase en la Torre Picasso de Madrid para presentar algunas canciones del disco. ¿Le dieron más ganas de conciertos?

Sí, lloré incluso, porque hay un punto donde ya no me doy cuenta de donde estoy, no siento la altura, no siento las cámaras ni nada y hay un punto donde sí me recordó a los conciertos, cuando tienes el foco, ves a la gente así como medio en penumbra, medio alumbrada y de pronto me entró como una sensación de nostalgia brutal y a la vez de esperanza. Yo creo que el concierto nos ha dado a todos una inyección de motivación para seguir, para inventarnos cosas nuevas para lo que viene, siempre que se pueda y nos dejen, pero creo que ahora es el momento de inventar, de darle vueltas a todas las ideas que jamás pensábamos que teníamos que crear y estamos todos con esa sensación de que todo es posible, dentro de las circunstancias que vivimos.

Después de más de diez años de carrera, ¿la presión sigue ahí cuando saca nueva música o lo afronta ya de otra manera, con más calma?

Bueno siempre está porque respeto mucho mi profesión y el trabajo de la gente que está conmigo. Yo tengo un equipo maravilloso que realmente se vuelca en todos los artistas y en todos los trabajos de la misma manera, pero es verdad que este disco, desde el momento en el que empiezo a hacerlo, no sé que es un disco, porque otras veces sí digo venga me voy a sentar y voy a empezar a preparar el próximo disco, que no sé ni cuándo saldrá ni cuántas canciones tendrá, pero esto ha sido todo como muy sin querer queriendo y la presión no es la misma que otro disco porque realmente he hecho lo que mejor sabía hacer, que es lo que más natural me ha salido dentro de un estudio. Entonces, si hubiera estado más forzado igual no lo hago de la misma manera, sé que he dado lo mejor, ahora ya el resto no depende de mí.

Pero espera que lo reciban igual de bien, ¿no? Porque ganas sí que hay de su música

Ojalá, claro que sí, que les entretenga un rato, que ahora mismo es lo único que deseo.

En estos tiempos,por los cambios que se han dado, en la música se habla mucho de streamings, de cifras, ¿eso es algo que le preocupa o sólo quiere hacer su música y sacar lo que lleva dentro?

A mí me enervan mucho los números y las cifras y los puestos. No es que me moleste, es que me distrae, me distrae mucho. Nunca me ha distraído y ahora con lo efímero que es todo, con lo rápido que va todo, me distrae un poquito más. Entonces hay una pequeña lucha interna por no dejarme llevar por los números en general, porque es que sólo son números, para mí la música es mucho más que eso.

¿El artista debe estar comprometido con la sociedad en la que vive? Lo digo por ese debate que siempre ha habido sobre si el artista debe posicionarse, hablar de ciertos temas, o no debe estarlo y simplemente hacer su arte.

Yo por mí te digo que yo respeto lo que haga todo el mundo e intento no juzgar a nadie, porque cada uno lleva sus decisiones a nivel social, político... Yo es verdad que soy una persona comprometida en su día a día, entonces no puedo dejar de estarlo en mi trabajo también, a través de mi música, a través de eventos que podamos hacer, de actos que no tienen porqué ser públicos, pero sí que hay que ser comprometido. Además yo creo que el público también espera que el artista al que sigue tenga una opinión, otra cosa es que yo me involucre políticamente, porque no soporto nada la política, creo que está muy corrompida ahora mismo, que no tiene nada que ver con lo que es realmente.

Hablemos de amor. ¿Es más fácil escribir de amor o de desamor?

Creo que es más fácil escribir sobre el desamor pero precisamente por eso en este disco hay una canción que se llama 'Hablemos de amor' y que hablemos de amor del de verdad, del bueno. Creo que está infravalorado muchas veces hablar de amor porque cuando hablas de desamor y de lo que te duele y de los cuernos y de no se qué, pues eso une más, es como el cigarrito de turno, es más social, une, porque es a mí me pasó esto, pues a mí también, pues mira lo que me hizo ésta o mira lo que me ha hecho éste, pues mira no sé qué... y al final hay como más morbo en el dolor y la oscuridad, y creo que el amor debemos reposicionarlo otra vez y volver a poner en su sitio lo bonito que es que se quiera bien, que volvamos a valorar los pequeños detalles del día a día. Este disco además además habla de los pequeños momentos y gestos del día que hacen que tu vida sea grande, porque ahora más que nunca todos los hemos valorado y es un fastidio que tenga que llegar una pandemia para que pongamos todo en la balanza, pero es que es así.

¿El Pablo público es el mismo que se ve cuando se apagan los focos?

Ahora sí, yo creo que sí, más que nunca. A ver, soy más comedido frente a las cámaras, pero sí que soy muy payaso, pero por otro lado también soy una persona muy tranquila en mi día a día, no hay nada que vayan a descubrir, soy una persona muy normal, siempre lo he sido.

Como dice en una de sus canciones de este disco, ¿tiene miedo al día que no queden aplausos y no griten su nombre?

¿Tengo miedo? Hombre, me daría pena porque es mi trabajo y es también el lugar de mis canciones, cuando las publico uno quiere que sean aceptadas aunque sea al menos por alguien, entonces espero que siempre haya alguien que quiera escucharme, pero también te digo, si no es así, pues me cojo el petate y me voy (risas).

En toda su carrera siempre ha preservado muy bien su privacidad y yo no quiero preguntarle por su vida privada, pero sí por cómo se sintió al saber, tras hacer pública hace unos meses su orientación sexual, que ese hecho sirvió para que muchas y muchos jóvenes le tomaran el ejemplo y les sirviera para dar ese paso.

Pues muy agradecido también y muy feliz por las cosas buenas que ha provocado. Pero sin más, te quiero decir, hay que seguir y precisamente en la naturalidad y en la normalidad está que sigamos. Y que mi trabajo es la música y lo que he dicho siempre, jamás hablaré de otra cosa que no sea eso.

Si mira para atrás, ¿sigue siendo el travieso de siempre?

Sí, sí, y yo creo que más, para desgracia de mi entorno yo creo que más (risas).

La gente que le sigue va a escuchar este trabajo, pero a los queno lo hayan hecho antes y lean esta entrevista ¿que les diría para que escuchen Vértigo?

Pues que es un disco que habla de ellos también, aunque no lo sepan. Que es un disco de carne y hueso, como todos.