«Hoy a cuantos lean estos poemas les ruego los ofrezcan como una oración muy especial para aquellos que nos dejaron desconsolados tras esta cruel pandemia». Así nos lo solicita María Victoria Atencia desde la dedicatoria de Semilla del Antiguo Testamento, un volumen retrospectivo de la autora malagueña editado por la Confederación de Empresarios de Málaga y que invita al sosiego en unos tiempos especialmente amargos.

«En un momento como el actual, de tragedias diarias por el coronavirus, la poesía de María Victoria es más que nunca necesaria, porque nos devuelve la capacidad de soñar y nos envuelve en un manto consolador, como escribió sobre ella Clara Janés», aseguró el presidente de la CEM, Javier González de Lara, instigador directo de la publicación de Semilla del Antiguo Testamento.

El libro reúne Trances de nuestra señora (1986, cuarta edición) y el inédito Poemas de Juventud. El primero nació de su costumbre de escribir por Navidad versos y villancicos para amigos. «No es propiamente un libro de poesía religiosa. O no sólo eso. Está allí la Virgen, siempre tan venerada por mí, tan presente en mí. Pero también estoy yo, con mis perplejidades y mis sorpresas; yo como novia, como esposa, como embarazada, como madre. En los Trances estoy yo, trascendida pero siempre con suficientes testimonios de mi personal identidad», declaró a Conversaciones y poemas.

Se rescata también el prólogo de la edición original del cuadernito, un texto sucinto pero revelador, que en su momento le escribió María Zambrano, El reposo de la luz. «Se diría que, en María Victoria, hay un eco de lo hecho presente, hecho real, hecho efectivo. Pues todo lo que esta poesía toca es verdadero», dejó dicho la filósofa, amiga y fan de Atencia, de la que, dijo, «su ámbito es la perfección, sin historia, sin angustia, sin sombra de duda». Siempre devocional, también humanísima, las viñetas líricas, brevísimas, de Trances de nuestra señora, palabras en las que escucha a su Señor y su Señor la escucha.

Completa el volumen Poemas de juventud (subtitulado Con motivo de la Navidad), versos con una especial dedicatoria al artista Pepe Bornoy. Un «tesoro muy personal» de la poeta, dice González de Lara, escritos inéditos hasta ahora; pequeñas estampas del amor profundo y delicado canónicos en la poesía de María Victoria Atencia. «Perdida en la tormenta / acude a mi ventana / Mi cuidado es su miedo / Su vuelo sólo es suyo», escribe en Paloma.

La edición de Semilla del Antiguo Testamento ha estado supervisada hasta el detalle por la propia autora, desde el gramaje del papel y la tipografía al oro viejo de la cubierta.