Orquesta Filarmónica de MálagaSolistas:

Irene Mas, soprano; Lidia Vinyes, mezzo; Juan Sancho, tenor y Joan Martín Arroyo, barítono

Dirección musical: Salvador Vázquez.

Programa: Messiah HWV 56, de G. F. Haendel

Lugar: Teatro del Soho CaixaBank

Hasta cuatro programas completan la propuesta de la Filarmónica de Málaga para esta particular Navidad, que sin renunciar a la excelencia no dejan de ser una prueba más de los esfuerzos por mantener sin cancelaciones una necesaria “normalidad” que distinga la actividad artística en la agenda cultural de la ciudad. Prueba de esta afirmación fue el programa propuesto por la OFM para el nuevo espacio escénico que es el Teatro del Soho. En concierto, una de las páginas más trascendentales del repertorio barroco, el oratorio Messiah de G. F. Haendel que S. Zweig en los relatos que contiene sus 'Momentos estelares de la Humanidad' incluyó como icono musical y artístico de Occidente.

El maestro Salvador Vázquez, que tampoco ha sido ajeno a la presión añadida del momento, no sólo ha sido responsable de comandar desde el podio este proyecto sino que también fue responsable de configurar la sorprendente plantilla orquestal planeada para 'Messiah', contando además con el arco de Miguel Borrego; la selección de la masa coral de la formación que dirige Juan Ignacio Rodrigo Herrera; el no menos convincente elenco solista y, como no podría ser de otro modo, la propuesta musicológica desplegada por Vázquez centrada en los distintos microcosmos que articulan las tres partes que conforman la obra de Haendel.

Vázquez destiló dinámicas precisas asentadas en las armonías, ritmos, riqueza melódica y adornos propios que distinguen el catálogo vocal y lírico del genio de Halle. El director malagueño evidencia con esta lectura el potencial artístico por un lado, de la OFM pero por otro, y no menos importante, la capacidad y el talento que es capaz de desplegar, en lo musical, las nuevas generaciones. Esta excepcional interpretación vuelve sobre la senda de los retos musicales que tienen más de realidad constatable que espejismo.

La cuidada selección de las cuerdas junto a las excepcionales maderas de la OFM se tradujo en una suerte de organismo capaz de traducir en música el inmenso tesoro que es la arquitectura musical que aporta el libreto de Messiah. En esta particular triangulación concebida por Haendel la Coral San Juan de Dios de Granada estuvo entre sus vértices aunque lamentablemente condicionada por el filtro que imponen las mascarillas. Secciones sólidas de respuestas empastadas que proporcionaron lecturas compactas y contrastadas entre secciones. Destacar la profundidad de contraltos en contraste a las decisivas sopranos mientras que en las cuerdas masculinas la unidad de bajos rivalizó con las líneas altas reservadas a los tenores.

Cerraba el triángulo artístico el elenco solista protagonizado por la soprano Irene Mas, de registro afilado y resuelto en las agilidades frente a la no menos sobresaliente participación de la alto Lidia Vinyes muy preocupada por la delicada redondez de la emisión. La participación del tenor Juan Sancho fue otro de los aciertos de esta producción literalmente sobresaliente en los accompagnati y rematados con los ariosos y arias reservados para su registro. Cerraba el cuarteto solista el barítono Joan Martín Royo, de emisión generosa y solvente.

No fue este un concierto más que quemar, tampoco lo fue en su planteamiento musicológico y por supuesto en el inmenso potencial artístico y la capacidad que tiene la OFM para asumir retos como el vivido el pasado día y que habita en las esencias que esta tribuna no ha dejado de anotar como prueba esta singular fiesta barroca en la que se convirtió el escenario del Soho la pasada tarde.