Hace unos años, Lucio Romero, uno de los grandes actores con los que cuenta nuestra tierra, publicó unas memorias en primera persona, 'El hijo del carnicero', un recuento de lo vivido, lo sufrido y lo conseguido a lo largo y ancho de seis provechosas décadas sobre las tablas y delante de las cámaras. Ahora, el realizador y guionista malagueño Kike Mesa prepara un documental sobre el intérprete, Prohibido ser actor, el retrato de un hombre, un actor, sus pasiones y una forma de vivir y hacer cine.

Prohibido ser actor es, precisamente, la frase que le espetó el padre de Lucio cuando éste, poco más que un adolescente, le comentó que quería iniciar una carrera en los escenarios. El de la calle San Juan no le hizo ningún caso a su progenitor, desde luego, y ha terminado cuajando toda una vida dedicada al teatro, al cine y a la televisión. Fue ese Romeo de barrio en la versión teatral de No somos ni Romeo ni Julieta, de Alfonso Paso, el abuelo en El camino de los ingleses, de Antonio Banderas (el malagueño fue uno de los grandes fans de Lucio, una de las primeras inspiraciones), ese Filippo en Marcelino pan y vino, de Luigi Comencini, ese malagueño que se atrevió a dejar su ciudad natal para buscarse la vida con el oficio que le apasionaba en 1960.

Muchos conocemos a Romero. Es habitual verle en todo tipo de actos culturales, compartiendo sus queridos carteles cinematográficos, proyecciones o, simplemente, paseando por la ciudad, la suya, que tanto ama tras una existencia de acá para allá. «A Lucio lo tenemos tan próximo que es como de la familia y precisamente por eso, por esa cercanía, muchas veces pasamos por alto todo ese bagaje y carrera que tiene a sus espaldas», asegura Mesa. Pretende el responsable de la productora Kándale que el documental sea «mucho Lucio», «el viaje aspiracional de un actor de Málaga a Madrid» cuando el exilio por motivos artísticos no era tan habitual, pero también que el intérprete «nos invite a saber más de una época cinematográfica en España, a través de muchas anécdotas con Frank Sinatra, Maureen O'Hara y muchos otros grandes que conoció».

Por supuesto, los carteles, una de las grandes pasiones de este mitómano (atesora una colección de 4.000 piezas), tendrán un notable protagonismo en 'Prohibido ser actor': «Queremos lograr a través de la tecnología tridimensionar estos carteles y conseguir que Lucio se pasee por algunos de sus carteles preferidos», avanza Kike Mesa.