Documental

Rafatal: «Este documental es un homenaje a Málaga»

La película quiere reivindicar la importancia de la Costa del Sol en la conquista de los derechos LGBTI, hoy en pleno debate político

Tecla Lumbreras y Diego Santos, en el rodaje de 'Una isla en el desierto', dirigida por Rafatal.

Tecla Lumbreras y Diego Santos, en el rodaje de 'Una isla en el desierto', dirigida por Rafatal. / Fotos cedidas por Rafatal

Isabel Perea Sánchez

Rafael Robles (prefiere que le llamen Rafa o Rafatal) es doctor en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Málaga, investigador, director de cine, guionista, realizador, colaborador de prensa, radio y televisión. Por si todo esto fuera poco, también es DJ, pero lo que más se acentúa en él es el amor que siente por su tierra y sus raíces, por Málaga.

'Una isla en el desierto' es su segundo documental (su anterior, 'Navajeros', exploró los entresijos del cine quinqui nacional, uno de los subgéneros más interesantes de nuestra Transición), y se centra en la explosión de libertad y cultura que vivió Torremolinos en los años 60 y que convirtió la ciudad en un destino internacional sin fronteras. Todo contado a través de imágenes inéditas y entrevistas con los protagonistas de aquel boom. El malagueño evoca esa época donde también hubo puntos oscuros, como la redada contra los homosexuales en el Pasaje Begoña, «el Stonewall español», asevera.

El director de cine cuenta que este documental nace con la necesidad de reconocerse a sí mismo y homenajear a Málaga, a la Costa del Sol y a toda la provincia por ser el territorio «más cosmopolita de Andalucía y de España»: «Esto es así gracias a la apertura que siempre se ha tenido en esta tierra a lo extranjero y a lo foráneo, que es lo que nos ha nutrido para ser lo que somos», relata con orgullo. Rafatal pide al espectador que se quede con dos ideas principales: el valor cultural tan grande que tiene un lugar transparente y abierto como es Málaga, y lo que supuso esta tierra con respecto a los derechos LGTBI actualmente conquistados en España: una cuna de libertades. Aún hoy es necesario reivindicarlos, asegura: «Debemos seguir luchando, primero recordando a todas las personas que pelearon para conseguirlos, por la libertad heredada, no solo la sexual y social, sino también la cultural».

El documental va a poder proyectarse tanto en cine como en televisión gracias al rodaje en 4K

'Una isla en el desierto' traza un eje desde Torremolinos a Marbella y Tánger, una ruta de creatividad y diversión en la que floreció hasta una arquitectura propia, la arquitectura del relax, tan reivindicada desde hace unos años y testimonio de las maneras de vivir hedonistas, abiertas y adelantadas a su tiempo.

El malagueño adelanta que 'Una isla en el desierto' cuenta con testimonios muy importantes de personas represaliadas por el franquismo, entre ellos de personas trans. En este sentido, inevitable preguntarle a Rafatal por el borrador de la Ley Trans que hace pocos días llegó al Congreso: «Me parece fundamental tener una ley como ésta, creo que debe desarrollarse, articularse, hacerse efectiva y darle el lugar que corresponde a toda la diversidad que existe. La diversidad tiene que ser visible, todo lo que no es visible no existe y todo lo que no existe se rechaza».

Rafatal frente al hotel Pez Espada.

Rafatal frente al hotel Pez Espada. / Foto cedidas por Rafatal

El realizador malagueño agradece el apoyo y la colaboración de Canal Sur Televisión, School Training y la Diputación de Málaga y aspira, a pesar de la situación provocada por la pandemia, a estrenar el documental pronto. «Todavía estoy con Navajeros, La vida por encima, La llave (su reciente cortometraje, protagonizado por Estrella Morente, Fele Martínez y Laura Baena Torres), y ahora, si no tuviera bastante, voy a empezar con 'Una isla en el desierto'», explica entre risas. También agrega que el documental va a poder proyectarse tanto en cine como en televisión gracias al rodaje en 4K, a la última tecnología de calidad empleada en imagen y sonido y al gran trabajo que hace su equipo, formado por sus colaboradores habituales.

Rafatal hace balance de la situación de la cultura a causa de la pandemia, «el sector respondió bien y rápido, activando los protocolos de seguridad desde el minuto cero». Pero pide cuidar la cultura y convertirla en un bien común y esencial: «Nos hace ser lbres y críticos con la realidad, nos hace poner en duda los mensajes que nos intentan imponernos». Una isla en el desierto será la prueba de esta afirmación.