Comienza el rodaje de «Alegría», una de las cintas malagueñas más esperadas

Salama y Cecilia Suárez, en el rodaje

Salama y Cecilia Suárez, en el rodaje / La Claqueta PC

Comienza en Melilla el rodaje de uno de los proyectos made in Málaga más esperados: 'Alegría', de la realizadora granadina Violeta Salama y la guionista boquerona Isa Sánchez; una feelgood movie que nos abre las puertas a una exótica boda judía en la que descubriremos una colorida ciudad de Melilla de la mano de cuatro mujeres a las que darán vida Cecilia Suárez ('3 Caminos', 'La casa de las flores'), Laia Manzanares ('Merlí', 'Los favoritos de Midas'), Sarah Perles ('El Cid', 'Sofía') y la malagueña Mara Guil ('Caronte'). Cuenta también con la participación, entre otros, de talentos locales como Adelfa Calvo ('El autor',' Los favoritos de Midas') y Emilio Palacios ('La línea invisible'). En la producción, Clara Nieto y Olmo Figueredo González-Quevedo, detrás de cintas como 'Adiós', 'La trinchera infinita' y 'Tu hijo', y con el respaldo de Televisión Española y Canal Sur.

La historia llevaba unos siete años dando vueltas en la mente de Salama, una directora nacida en Melilla, criada un tiempo en Málaga y formada en Madrid. Su niñez estuvo marcada por dos ramas familiares adheridas a religiones diferentes, una parte católica y militar y otra de judíos sefardíes, una experiencia que la inspiró para dar forma a 'Alegría'. «Me gustaría compartir la Melilla que yo veo, la que llevo dentro, y para eso he recreado momentos de las diferentes etapas de la ciudad donde lo importante son esas mujeres que parecen tan distintas, pero comparten los mismos problemas y contradicciones. He querido tratar tanto las similitudes como las diferencias a través del humor, contando conflictos muy particulares de una ciudad como Melilla pero que no dejan de ser universales», declara la directora y guionista, que ha escrito el libreto a cuatro manos con Isa Sánchez, escritora habitual de Enrique García ('321 días en Míchigan') y en series como 'Malaka' y 'El ministerio del tiempo'. A partir del personaje de Alegría, una doctora jubilada de 55 años, judía atea y con conflictos internos por solucionar, se desarrolla una trama en la que se expone la influencia de la religión dentro de una familia en la que algunos miembros mantienen los preceptos y costumbres que les marca la fe mientras que la protagonista rehúsa mantenerlos.

Para Figueredo, se trata de «una comedia vital y optimista» con tono de cuento en la línea de referentes cinematográficos como Mi gran boda Griega o Caramel, además de un reflejo de Melilla, «un escenario perfecto, exótico y natural»: «Una ciudad que está tan cerca pero que desafortunadamente ha permanecido tan lejos de muchos de nosotros durante demasiado tiempo": "Melilla sorprenderá a muchos por su belleza y será un protagonista más de esta boda judía que descolocará por completo a la protagonista de nuestra historia».