El hombre armado de la OFM

Reseña del último concierto de abono de la Filarmónica de Málaga

Alejandro Fernández

El habitual abono extraordinario de la Filarmónica de Málaga centró la atención en la música de hoy en una apuesta ganadora por el actual titular del conjunto, el maestro José María Moreno. Atrás queda la insistente constante de los últimos años centrada en páginas sacras del gran repertorio. Y es precisamente esta cuestión, que suele ser inflamada en las preferencias, la menos decisiva a la hora de programar una página contemporánea e inclinar la balanza hacia un mensaje ecuménico en lo puramente espiritual y de conciencia social en lo concreto. Y todo bajo un prisma que pone en valor la música de la centuria pasada.

En este sentido, 'The armed man' (1999), del británico K. Jenkins constituye todo un alegato, ecuménico –practicado por el propio Bach en su 'Misa en si menor'- antibelicista –como la propuesta de Britten- a la que se suma la faceta antropológica bajo el prisma musicológico que plantea Jenkins. El compositor inglés se adentra en la música desde mediados del crucial siglo quince hasta nuestros días en un afán por retratar sobre el pautado el fracaso de las relaciones internacionales de la centuria pasada cuya sombra aún sigue condicionando la convivencia en nuestros días.

Y es que el otro, en el profundo de la mentalidad occidental ha sido visto con recelo y desconfianza y aprovechado como elemento para el enfrentamiento bajo la excusa de la religión y cuyo trasfondo es decididamente económico. Jenkins no sólo trata de poner en música una cuidada selección de textos literarios y espirituales de las grandes religiones con la sencilla idea de conmover al oyente, todo lo contrario el músico británico ahonda en todas aquellas relaciones impuestas a sangre.

The armed man en la batuta del maestro Moreno fue una oportunidad para descubrir esa otra vertiente menos académica y encorsetada de la Filarmónica y mostrar la dimensión artística y técnica que atesora el conjunto. Algo que no es nuevo pero que no está demás reivindicar. En este sentido, el trabajo de las últimas tres décadas de singladura de la OFM y su preocupación por la música de hoy está entre las claves del éxito del concierto. Propuesta que en lo estrictamente musical sirvió para destacar el valor de la sección de percusión, la capacidad de empaste entre secciones, elenco vocal y masa coral sin olvidar los momentos de lucimiento de atriles solistas de la primera orquesta.

En el estreno andaluz de The armed man la coral Carmina Nova se presentó como un conjunto cuidado en el empaste aunque deslucido en la emisión por la barrera que supone el uso obligado de las mascarillas, que no fue excusa para constatar la solvencia de las cuerdas de tenores y bajos o el papel contraltos y sopranos, sin duda un trabajo cuidado que en esta ocasión sí trascendió. Destacar el emotivo número conclusivo con el pasaje a solo del conjunto.

Del capítulo solista resaltó la fuerza dramática de la mezzo Marina Pinchuck, impecable en el fraseo, y la seguridad en la emisión frente a una Mónica Campaña, que aunque resuelta apuntaba ciertas incomodidades vocales sobre las que debe insistir para resolver la Berta que ha de encarnar en el próximo Il Barbiere. Cerraban el elenco las voces del profundo barítono Rodrigo Álvarez y la interesante colaboración del tenor José Manuel Sánchez, sin olvidar la no menos sugerente intervención del Adhan, Nur Bió.

Si algo puso sobre la mesa el maestro Moreno con esta partitura en este concierto tan especial fue la necesidad de abrir la programación a la nueva música con apuestas de éxito como prueba el entusiasmo con el que fue acogida la partitura de Karl Jenkins. Hay vida más allá de Mozart y Fauré.

Orquesta Filarmónica de Málaga

Solistas: Mónica Campaña, soprano; Marina Pinchuk; José Manuel Sánchez, tenor; Rodrigo Álvarez, barítono y Nur Bió, Adhan.

Director de coro: Michele Paccagnella.

Director musical: José María Moreno.

Programa: The armed man: Una misa por la paz, de Karl Jenkins

Lugar: Teatro Cervantes