La escena malagueña se une por Proteo

Notables intérpretes locales protagonizarán una gala solidaria para ayudar a la supervivencia de la librería, que sufrió un incendio la semana pasada

La librería, devastada por el incendio

La librería, devastada por el incendio / Álex Zea

Víctor A. Gómez

Víctor A. Gómez

El incendio de la legendaria Librería Proteo, en pleno Centro Histórico de Málaga, ha desatado una ilusionante ola de solidaridad entre sus clientes y amigos, que se han puesto manos a la obra por la supervivencia del local comprando libros a través de su página web o, directamente, realizando donaciones económicas a su cuenta bancaria. Ahora son notables representantes de la escena malagueña los que quieren realizar su propia aportación para que uno de los templos culturales de la capital tenga su futuro asegurado. Así, este domingo, a las 12.30 y a las 13.30, se celebrará en la Sala Joaquín Eléjar una gala solidaria, una lectura dramatizada de poesía y teatro protagonizada por las actrices Adelfa Calvo, Mercedes León y Laura Baena y los actores Joaquín Núñez y Juanma Lara. El precio de la entrada, 20 euros (hay disponible una fila cero).

Proteo ardió la madrugada del jueves al viernes un devastador incendio que ha inutilizado su primera planta, acabando con todos sus libros y ordenadores. Un cortocircuito, confirman los bomberos, fue la causa de las llamas (los electrodomésticos de tres locales vecinos están inutilizados); afortunadamente, no se produjeron daños personales. «Ha sido un milagro, ya que la estructura del edificio no se ha visto damnificada», cuenta el propietario de Proteo, Jesús Otaola, un clásico del gremio librero de nuestra capital. Es lo único que no se ha perdido: «Los libros que no se llegaron a quemar se mojaron por el agua de los bomberos». 

Es la enésima batalla de una librería acostumbrada a la guerra a lo largo y ancho de sus más de 50 años de amor por los libros. sus responsables tuvieron que bregar con vándalos de la política como aquel ultra, cliente fijo de la librería, que un día lanzó una botella de gasolina contra una zona con material inflamable. Afortunadamente funcionó el extintor. En otra ocasión, también durante la Transición, el escaparate de Proteo recibió una pedrada tras un reaccionario comentario en prensa que protestaba porque en el escaparate podía leerse 'libres', que a su juicio era 'libros' escrito en catalán (en realidad, en catalán se escribe 'llibres'). Pero ni uno ni otro pudieron con el establecimiento fundado por el maestro Paco Puche. Tampoco, confiemos, el devastador incendio.