Perfil

Francisco Brines, un poeta seguidor de Antonio Ordóñez

Brines era un gran aficionado a los toros, a los que llamaba "el espectáculo más bello y perfecto que han creado los españoles"

Los reyes entregan a Brines el Cervantes en "Elca", su lugar de inspiración.

Los reyes entregan a Brines el Cervantes en "Elca", su lugar de inspiración. / Archivo

EFE

El poeta Francisco Brines, el último premio Cervantes fallecido esta noche a los 89 años, fue, además de un maestro de la poesía, un gran aficionado a la fiesta de los toros, abonado incondicional en la plaza de toros de Valencia y partidario de dos toreros de época como Antonio Ordóñez y Rafael de Paula. Tanta fue su importancia también para el toreo que la Fundación Toro Lidia (FTL) ha sido una de las primeras en expresar sus condolencias a través de las redes sociales: "Descanse en paz el poeta Francisco Brines, gran aficionado a la tauromaquia", señala la FTL en su perfil de Twitter.

Además de Ordóñez, su torero de cabecera, y Paula, Brines también admiró, entre otros, a Santiago Martín "El Viti", Paco Camino y Luis Francisco Esplá, con el que mantuvo, además, una estrecha amistad.

A pesar de su gran afición, en su dilatada obra no hubo ninguna dedicada a la tauromaquia, aunque, como él mismo confesó hace años en una entrevista, siempre quiso hacer "un tríptico sobre toro, torero y público", pero al final nunca lo llegó a materializar. En esa misma entrevista llegó hacer manifestaciones tan elocuentes como: "la Fiesta es el espectáculo más bello y perfecto que han creado los españoles" y también sobre el por qué de su afición. "Me gusta por su estética, porque puede ser una experiencia bellísima. Hay toreros mediocres que sólo tienen técnica, y otros que tienen mucho arte e inspiración. A veces, en un natural, da la impresión de que el tiempo se ha detenido. Eso también lo produce la poesía, y el arte", dijo.

Además de abonado del coso de la calle Xátiva, Brines formó parte del jurado de los premios de la Diputación a los triunfadores de la feria de Fallas, cargo que desempeñó desde que se crearon estos galardones y hasta hace algunos años en los que, por motivos de salud, tuvo que dejar hasta de ir a la plaza. También colaboró con la revista "Quites" que edita, precisamente, la Diputación valenciana, participó en los actos del vigésimo aniversario de la alternativa de Enrique Ponce e, incluso, en la exposición itinerante organizada en 2018 por la propia corporación provincial titulada "Los toros son cultura, ¡claro que sí!". Brines participó en el catálogo de esta exposición y aquí volvió a hacer gala de su afición al afirmar que "la fiesta de los toros es el espectáculo más razonado y emocionante que se ha originado y logrado en España". "Es la lucha a muerte entre un animal racional (el diestro: que debería aunar valentía, conocimiento y, en los mejores de ellos, arte plástico singularizado) y un animal irracional (el toro: belleza, pujanza constante acometividad) con un resultado siempre de muerte, en un breve y contado transcurso temporal. En el desafío también puede actuar el azar, como ocurre en la vida a menudo. Un espectáculo solo comparable a sí mismo", escribió.