Cultura

Teorías de la Conspiración: de los sumerios a Trump

Alejandro M. Gallo analiza en su monumental 'Crítica de la razón paranoide' miles de años de teorías conspirativas

Seguidores de Trump en el asalto al Capitolio de EE.UU. en enero, por un supuesto amaño electoral.

Seguidores de Trump en el asalto al Capitolio de EE.UU. en enero, por un supuesto amaño electoral. / EFE

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

En 'La conjura de los necios', el simpar protagonista, Ignatius Reilly, achaca los zurriagazos que le depara el destino no a su vagancia milenaria ni a su incapacidad para empatizar con el prójimo sino a una caterva de enemigos que le impide avanzar en la vida.

El famoso personaje creado por John Kennedy Toole no está solo. De hecho, la historia del mundo nos ha deparado una ingente legión de supuestos enemigos exteriores, conspiraciones y conspiranoicos.

Tan ingente es el desfile, que se despliegan y analizan a lo largo de más de 900 páginas y dos volúmenes en la 'Crítica de la razón paranoide. Teorías de la conspiración: de la locura al genocidio' (Reino de Cordelia), la tesis doctoral del filósofo, escritor y comisario jefe de la Policía Local de Gijón Alejandro M. Gallo (León, 1962).

El título no es ningún juego de palabras sino un guiño a Kant cuyo concepto de causalidad asegura que todo lo que ocurre tiene una causa. El autor recorre la historia de las conspiraciones desde la Antigüedad remota de los sumerios hasta la reciente toma del Capitolio por seguidores de Donald Trump, quien por cierto ocupa la portada del primer tomo de este ambicioso y ameno estudio.

Plagado de recapitulaciones para que el lector no se pierda en el fascinante mar de intrigas, Alejandro M. Gallo traza una evolución de las teorías de la conspiración que comenzaron siendo la muletilla del poder en tiempos de zozobra para culpar a otro y así desviar las responsabilidades. Nerón y el incendio de Roma, que recayó en los cristianos, o la forja medieval de los judíos, las brujas y Satán como enemigos de la cristiandad durante la Peste Negra serían buenos ejemplos. 

La Revolución Francesa, otro tiempo de crisis, hizo que el sector más apegado al Antiguo Régimen convirtiera en agentes conspiradores a los masones, los templarios, los illuminati e incluso a los jesuitas, estos últimos, como supuesta venganza contra la Casa de Borbón que quiso destruirlos.

Mao Tse Tung y Stalin.

Mao Tse Tung y Stalin. / L.O.

El convulso siglo XIX transformó en conspiradores a nuevos agentes: los anarquistas, marxistas, banqueros y el Estado y del antijudaismo se pasó al antisemitismo. En el siglo XX, fueron las dictaduras las que desviaron la atención de su gestión con la invención de 'enemigos del pueblo' que dieron lugar a las purgas de Stalin y de Mao que causaron millones de muertos. En el bando de la derecha, los masacrados judíos de la Alemania nazi y el 'contubernio judeomasónico' de la España de Franco cedieron el paso, durante la Guerra Fría, a la Caza de Brujas anticomunista en Estados Unidos, una época en la que, según Gallo, se llegó a un "popurrí conspirativo", uno de cuyos hitos fue el asesinato de Kennedy, sin olvidar la teoria de la no llegada del Hombre a la Luna. 

La evidencia de este libro es que las conspiraciones parecen comportarse como la energía y transformarse de manera continua, sin desaparecer, pues como señala el autor, la caída del Muro de Berlín "supuso la incorporación definitiva de la extrema izquierda al conspiracionismo como método de ánalisis de la realidad y de la Historia", con lo que la turbamulta se enriqueció todavía más.

Alejandro M. Gallo estudia también las interpretaciones que desde los años 40 del siglo pasado ha tenido este fenómeno así como su presencia en la literatura, con especial relevancia en la norteamericana del siglo XX . Por último, despliega las 33 características que definen a las teorías.

Alejandro M. Gallo.

Alejandro M. Gallo. / L.O.

El 11-S, el 11-M, el club Bilderberg, los burócratas de Bruselas, la cultura islámica, la 'casta', las creaciones conspirativas del independentismo catalán o las teorías sobre la Covid demuestran que este fenómeno secular continúa imparable, sobre todo en una sociedad inmadura, con un omnipresente internet y unos poderes públicos poco transparentes.

Interpretación maniquea de la existencia, Alejandro M. Gallo recuerda que existe una realidad tozuda y es que "jamás ha existido teoría o explicación científica o social a lo largo de la Historia que no presentase alguna anomalía o detalle inexplicable", lo que no implica que oscuras fuerzas estén detrás.

En resumen, una tesis doctoral ambiciosa, muy digerible y que amplía horizontes para enseñarnos a conocer un poco mejor al verdadero 'enemigo exterior': las teorías conspirativas.

Portada de la obra, en dos tomos.

Portada de la obra, en dos tomos.