Crítica

El cine «feelgood»

Una imagen de la película.

Una imagen de la película. / Eduardo Parra

Eduardo Parra

Puede convertirse uno de nuestros mejores directores de acción y thriller en un realizador de películas feelgood aventureras juveniles? Es lo que ha conseguido Dani de la Torre con Live is life.

En el verano de 1985, como cada año Rodri, viaja al pueblo gallego de sus padres para reencontrarse con su familia. Pero este año las cosas serán distintas no sólo para él, también para sus amigos.

De la Torre esculpe un filme de aventuras de corte clásico y para todos los públicos con la intención de volver a poner en valor ese cine de sensaciones y emociones donde las historias y quienes las vivían importaban más que el poso o las diferentes inclinaciones filosóficas o políticas que hoy en día nos aburren tanto en algunas cintas. Live is life cumple lo que promete: adentrarnos en una pandilla de chavales que solo quieren cumplir algunos pequeños logros, como asistir a una fiesta o alcanzar la cima de una montaña. Todos objetivos al alcance de la mano de cualquier persona normal, salvo para ellos. La vida ha guardado algunas sorpresas desagradables a dos de los componentes del grupo y ante una realidad tan difícil de asumir lo importante es aprovechar todo el tiempo que les queda juntos en busca de algo que les alivie el dolor que les achanta. El mundo real y los porqués sin respuestas llegan muy pronto a la vida de los chicos de Live is life y su director construye una historia gamberra con multitud de referencias a obras como Cuenta conmigo o Los Goonies para reivindicar un cine diferente: familiar, divertido, nada nostálgico y con decisiones narrativas tan acertadas como poner distancias con obras tipo Strangers Things y así crear una película con voz propia capaz de gustar a todos los públicos.

Ficha técnica de Live is life

  • Dirección: Dani de la Torre.
  • Intérpretes: Adrián Baena, Juan del Pozo, Raúl del Pozo, David Rodríguez, Javier Casellas