Música para la caída del sol en El Balneario

La cultura, siempre adaptándose, siempre mutando, sobrevive a la pandemia y sus restricciones creando formatos que no resten atractivo a sus propuestas. Cuando los festivales masivos, marcados por los grandes números de asistentes, la cercanía y el sudor, siguen siendo una utopía, toca apostar por citas más recogidas y coquetas, con ciertos pluses más allá de lo musical.

Y aquí surge Atardeceres Larios en El Balneario, un coqueto ciclo de actuaciones con un cartel sugerente y muy coherente (Los Secretos, Mikel Erentxun, Sole Giménez, Nacha Pop, Christina Rosenvinge y La Bien Querida) y otro argumento de lo más seductor: ¿escuchar buena música mientras se pone el sol en uno de los enclaves más hermosos y de mayor solera de nuestra capital? La cita la abrirá el próximo miércoles, a partir de las 20.30 horas, la banda liderada por Álvaro Urquijo, auténticos clásicos de la escena nacional, practicantes de esa americana cuando en España muy pocos sabían quién era Townes Van Zant. Los días 8 y 9 de julio, turno para Sole Giménez, quien, finiquitada hace años su aventura con Presuntos Implicados, reivindica ahora la mujer compositora, las canta y da nueva vida a sus obras.

Siguiendo con mujeres, Christina Rosenvinge es una de las más extraordinarias del pop-rock nacional, siempre investigando aristas en su sonido y letras cuando podría haberse acomodado en mil laureles. Mikel Erentxun también demostrará los quilates de su veteranía ahora en solitario (se acaba de reeditar su mítico Autobiografía, con Dundan Dhu, que exige una revisión crítica urgente) los días 11 y 12. Y qué decir de Nacha Pop, proveedores de pop sensible y poderoso en los otros años 80 (13 y 14). Cerrará el elenco, los días 15 y 16, La Bien Querida, alquimista del pop sentimental. La totalidad de la taquilla (entradas, entre 18 y 22 euros) se destinará a la reconstrucción del antiguo jardín del Balneario de Málaga original.