Entrevista | José Muñoz Cantante de Estopa

«Los conciertos de este verano están siendo terapéuticos»

El dúo de Cornellá rompe año y medio de parón forzoso con una gira de 10 conciertos, retomando el guion de su gira Fuego y celebrando 20 años de trayectoria - Tras retomar los escenarios desde su último concierto el 14 de febrero de 2020 aportan también temas nuevos - Y ninguno de ellos tiene que ver con el confinamiento - Los hermanos Muñoz acudirán el 19 de agosto al Starlite Festival para montar una fiesta siguiendo todos los protocolos higiénico-sanitarios para recordarnos que la vida nos espera

José y David Muñoz, o sea Estopa, en una imagen de archivo

José y David Muñoz, o sea Estopa, en una imagen de archivo / E. CIDONCHA

Jordi Bianciotto

¿Cómo se han sentido durante este tiempo de parón? ¿Cabreo, ansiedad, resignación serena…?

Nos lo hemos tomado con bastante calma. Si es lo que tocaba hacer… Todo esto ha sido también una cura para tu cabeza, para el estrés, desde el momento en que se paró todo. Incluso componer, al estar mi hermano y yo separados, era difícil al principio, porque siempre hacemos las canciones juntos. Pero desde que ya nos pudimos juntar en las terrazas de nuestras casas, ya empezaron a salir canciones. Son temas que no hacen ninguna mención a la cuarentena, y eso creo que está bien.

Hace un año pudimos hablar y me contaron que hasta que no volviéramos a la plena normalidad no saldrían de gira, pero han cambiado de opinión. ¿Influye pensar que dependen de Estopa puestos de trabajo, sus músicos, técnicos, etcétera?

En gira somos bastantes, sí, aunque no queremos pensar tanto en eso, porque afortunadamente nuestros músicos y nuestros técnicos son muy buenos, y si no están con nosotros, están trabajando con otros. ¡Se los rifan!

¿Cómo se sentían ante la expectativa de volver a pisar un escenario?

Al principio teníamos sensaciones de duda. Te decías a ti mismo: «Digo yo que me acordaré, que esto es como andar en bici». Pero de las canciones como La raja de tu falda o Tu calorro, yo creo que, aunque no volvamos a ensayarlas en la vida, nos seguiremos acordando siempre de las letras, sin necesidad de prompter ni nada. Las llevamos dentro. Y las otras también. Están todas grabadas a fuego. Así que los músicos ensayaron un par de días, y nosotros solo el día antes. La banda va sola.

En los conciertos de Estopa siempre hay una electricidad en el ambiente. ¿Creen que estos días se transforma en algo distinto?

Creo que los conciertos de este verano son un poco terapéuticos. Las canciones más alegres te dan ganas de salir de fiesta, y las más tristes y melancólicas igual te las quitan. Pero intentamos jugar con las sensaciones del público, ir subiendo y bajando la tensión, y acabar arriba de todo. Creo que la gente, cuando escucha nuestras canciones, se pone contenta y le dan ganas de irse de fiesta, y ahora hay que decirle que sí, pero con la mascarilla. Para nosotros ver la gente sentada en un concierto y con la mascarilla es lo más raro que hay, pero luego sientes que la respuesta del público te llega igualmente

Hablaba de canciones nuevas. ¿Ya piensan en un nuevo disco?

Vamos como siempre, haciendo canciones por hacerlas, y cuando nos digan que es el momento de hacer un disco, empezaremos a seleccionar. Pero el año que viene todavía tenemos que darle espacio al álbum Fuego con la gira, que se quedó interruptus. En las nuevas canciones nos están saliendo las típicas rumbitas, algunos medios tiempos, y letras un poquito más introspectivas. De momento están pasando nuestros filtros.

¿Siguen manteniéndose como un dique de contención ante el reguetón?

Nunca diremos «de este agua no beberé», pero no, no, no hay reguetón en las nuevas canciones. Igual cuando no esté de moda sí que los haremos nosotros.

Quizá sus canciones sobre sueños, que son muchas, son apropiadas para tiempos de recogimiento.

Sí, los sueños dejan libertad de guión, y los nuestros son bastante raros. Nos gustan las cosas raras. Esas canciones siempre las dejamos para el número 12 de los discos, y a veces nos salen muchos 12.

¿Hay alguna canción de su repertorio prepandemia que ahora hayan decidido retirar en esta gira, o alguna incorporación?

Hay una, Paseo, que pensamos que mejor la dejamos para cuando vuelva la normalidad, porque invita a abrazarse y a cantar como si fueran las cinco de la madrugada, y ahora la verdad es que no es plan. La dejamos para la gira del año que viene.

Con tanto tiempo libre en estos meses, ¿han hecho algún descubrimiento musical?

Estamos flipadísimos con el disco de Robe, de Extremoduro, Mayéutica. Nos lo ponemos por separado, mi hermano y yo, y luego lo comentamos: «Qué cabrón, qué letras, qué melodías…». Otro que nos gusta mucho, y que nos ha sorprendido, es C. Tangana. Ha cogido la rumba y la bossa, y les ha dado un toquecito eléctrico, trapero, con su estilo, y hay que felicitarle.

¿Ya están vacunados los hermanos Muñoz?

Sí, doble pauta los dos. Mi hermano, Moderna, y yo, Pfizer.

Quién nos iba a decir que tendríamos conversaciones sobre marcas de vacunas...

¡Como si se pudiera elegir! Nosotros fuimos a la Feria de Cornellá y nos pusieron la que nos tenían preparada. Cuando piensas que en el cole quemaban la aguja… Yo creo que nos vacunábamos todos con la misma aguja y llegaba un momento en que la quemaban para seguir utilizándola.

¿Conocen gente que no quiera vacunarse?

No, la verdad es que no conozco a ningún negacionista. A estas alturas, no creer todavía en el virus es algo que no tiene ni pies ni cabeza. El virus existe y las vacunas salvan muchas vidas.

Y la pandemia sigue su curso, ahora inmersos todos en la quinta ola. ¿Ven el vaso medio lleno o medio vacío?

Siempre decimos que tenemos el vaso medio vacío, ¡pero para pedirnos otro! Nunca habíamos tenido una agenda tan a largo plazo. Da un poco de vértigo pensar en el 2022. Nosotros siempre trabajamos al año. Pero espero que llegue un momento en que, con el porcentaje de vacunación muy alto, esto se vaya a notar realmente. Los negacionistas ya habrán pasado todos el virus, porque al no vacunarse… O igual se vacunan sin que nadie los vea. Creo que a partir de final de año ya iremos volviendo a nuestra vida antigua.