Entrevista | Manuel Vilas Poeta y escritor

«Es el amor el que dice que estás vivo»

«En los sentimientos, no nos hemos movido de lo que le pasaba a los seres humanos hace tres mil años», asegura Manuel Vilas, que presentará en octubre en Málaga su última novela, Los Besos (Planeta)

Manuel Vilas. | INFORMACIÓN

Manuel Vilas. | INFORMACIÓN / R.Palop

R.Palop

 Abrir los labios de la nueva obra de Manuel Vilas y dejarse besar por cada una de sus páginas es un acto de amor a la literatura, a la vida y a la esperanza. Vilas vuelve con una gran historia de amor, Los Besos (Planeta, 2021), una «obra luminosa» de ficción, que tras las autobiográficas Ordesa y Alegría, trata la importancia de enamorarse a pesar de la pandemia, la edad y el pasado. Presentará el libro el mes que viene dentro de los Encuentros Planetarios de la Fundación Pérez Estrada

«Amor en tiempos de covid» amor en la madurez, en la soledad…, amor en estado puro….

Sí, sí, la idea es, ¿cómo salgo de una crisis tan angustiosa, tan triste como la que hemos vivido? Pues con un enamoramiento. La novela viene a decirle al lector que en tiempos de catástrofes solo hay una puerta de salvación que es la del amor. Yo viví, como todos, el confinamiento con angustia y había una necesidad de seguir siendo humano. Yo creo que las personas, aunque estén viviendo en la angustia economía o la tragedia social que toque, necesita seguir teniendo una ilusión que le alimente para seguir diciendo que está vivo, y yo vi que el amor era ese territorio en donde los seres humanos volvemos a ser seres humanos, aunque nos esté invadiendo la angustia de cualquier tipo de tragedia. Y esa es la idea central del libro: ofrecer esa puerta de salida del erotismo, de la profundidad del amor, de la construcción de una nación íntima frente a la vida colectiva.

Es lo que ocurre con sus protagonistas Salvador y Montserrat…

Son dos enamorados, él tiene 60 años, ella 47, y se encuentran en mitad del confinamiento. Él es un romántico, un idealista; ella tiene un pasado más evidente, más «a pie de vida». Se inicia la relación y él la idealiza. Él comente el error clásico que yo también quería señalar, y que siempre vamos a seguir cometiendo, que es la idealización del ser amado. A Cervantes y su obra El Quijote se alude constantemente y se muestra como una obra de amor. Todo lo que hace El Quijote lo hace por amor. La vida es difícil que tenga una dimensión interesante si no la idealizas un poco; ya el grado de idealización es particular pero si no le echas ilusión, utopía, la vida se vuelve rutinaria y gris. El enamorado que idealiza a la persona que ama se confunde, pero es una confusión maravillosa.

«… la vida humana tiende a la comedia, lo único que no es comedia es el amor entre dos seres humanos»; El amor como salvavidas…, ¿de qué?, ¿de nosotros mismos?

Nos salva de la soledad ancestral y atávica con la que venimos a este mundo, eso lo primero, y además nos dice que existimos a través del reconocimiento del otro. Nos dice que estamos vivos. El otro es el que te dice que estás vivo y lo dice con profundidad en el amor porque socialmente a través del DNI, ya te dicen que eres español, que estás vivo, pero, ¿a quién le basta ese reconocimiento del Estado o de la sociedad de que estás vivo? ¡No te sacia la necesidad de que alguien te lo diga! es el amor el que dice que estás vivo. Por eso el acto sexual, el erotismo, no excluye la parte terrorífica y violenta. Es un acto de reconocimiento de ti mismo. Todo lo que nos asusta lo solemos banalizar. El sexo que tiene una parte de conocimiento y de abismo, muchas veces lo hemos banalizado para esconder una parte de nosotros que nos sabemos controlar. Tenemos una sociedad que ha evolucionado tecnológicamente, pero en el terreno sentimental, no nos hemos movido un ápice de lo que le pasaba a los seres humanos hace tres mil años. Tenemos un problema grave de integración de amor y sexo.

En su obra habla de que «elegir la bondad es un acto de inteligencia casi sobrenatural».

Salvador no es que sea un hombre de la nueva masculinidad, pero si ve con cansancio la masculinidad histórica. No quiere heredar todos esos valores a la hora de la relación con una mujer. Quiere desentenderse de esa herencia porque la ve vieja e insatisfactoria para él. Ve en la bondad un lugar que le gusta para amar a su enamorada. Un sitio donde no haya esa estrategia de la masculinidad clásica, lo varonil, lo violento. No quiere esa herencia de patriarcado, en general. No lo dice, pero lo siente de manera natural.

El protagonista se lleva a la casa del bosque la Biblia y al Quijote, ¿qué se hubiera llevado usted en la misma situación?

No sé…, pero si, creo que también me hubiera llevado esos dos mismos libros porque ambos resumen la experiencia de la humanidad. Uno es la experiencia religiosa, y Don Quijote la experiencia moderna…, pero también me podría llevar Proust, Shakespeare, Dante…, sería interesante saber qué libros habría que llevarse…

«Sin humildad, la inteligencia es vanidad», ¿ha sufrido mucho la vanidad ajena?

España, el mundo entero, adolece de humildad, la gente más inteligente suele ser humilde. La verdadera inteligencia se aparta siempre de la exhibición, busca espacios de humildad. Yo reconozco al inteligente porque siempre habla desde la humildad. La humildad es una cortesía de los más inteligentes para con la vida, con los demás, con la humanidad. El inteligente habla desde la humildad porque ve el misterio de la vida, de hecho, esta novela está escrita teniendo en cuenta ese misterio que en la novela se le llama la «Oscuridad»: todo eso que aún no sabemos qué es, el misterio de nuestra herencia, de amar, de morir, del tiempo, el misterio de la historia…, sigue siendo un misterio la vida.

A mí el concepto de «oscuridad» en la novela me asemeja mucho a los llamados «soníos negros» en el flamenco, la esencia de lo jondo….

Exacto, si eso es lo que yo quería decir. Yo lo he llamado también lo sobrenatural de carácter privado, personal. Alguien que de repente entra en contacto con una dimensión de la vida apasionada, brutal y negra que no sabe de dónde viene pero que te emociona y te encoge el corazón.

¿Sabe una cosa? creo que esta novela solo podría escribirla una buena persona…

¡Ostras! ¿de verdad me dices eso? Pues se lo agradezco mucho, ¿de verdad me lo dices? ¡Eso es lo más bonito que me han dicho, pero en mucho tiempo!