Exposición

Sorolla regresa a su paraíso de Jávea en el Museo Carmen Thyssen

Una imagen de la muestra.

Una imagen de la muestra. / ÁLEX ZEA

L.O.

El Museo Carmen Thyssen Málaga vuelve a abrir sus puertas al arte colorista y vibrante de Joaquín Sorolla. Si en 2016 fue una selección de gouaches y dibujos, expuesta en la Sala Noble, la que dio testimonio de su segundo encuentro, en 1911, con un entorno nuevo y fascinante, la ciudad de Nueva York, ahora es la localidad alicantina de Jávea, donde el pintor encontró un paraíso pictórico, la protagonista de la nueva exposición Sorolla en Jávea.

Esta muestra, que también se presenta en la Sala Noble y que está comisariada por Enrique Varela Agüí, director del Museo Sorolla, se podrá visitar hasta el 16 de enero y en ella se recorre la evolución del estilo de Sorolla al contacto con el paisaje y la luz de Jávea en sus estancias a principios del siglo XX.

La inauguración de la exposición, organizada gracias a la colaboración de la Fundación Sorolla y el Museo Sorolla y al patrocinio de Iuris Cátedra, Abogados y Economistas, contó ayer con la presencia del vicepresidente de la Fundación Palacio Villalón y alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Málaga, Noelia Losada; el patrono y representante de la Colección Carmen Thyssen, Guillermo Cervera; el director del Museo Sorolla y comisario de la muestra, Enrique Varela, y la directora artística del Museo Carmen Thyssen Málaga, Lourdes Moreno.

Aunque se recogen algunos de los trabajos realizados por Sorolla en Jávea en los años 1898 y 1900, la exposición, compuesta por casi una treintena de obras, entre lienzos y notas de color, se centra especialmente en el año 1905, fecha en la que pinta también el cuadro ‘Rocas de Jávea y el bote blanco’, de la Colección permanente del Museo y en el que se ilustra a la perfección la transformación del lenguaje de Sorolla a través de su contacto con el paisaje de Jávea.