Música

Rockberto y Roberto: llega la biografía definitiva del icono

El Vicerrectorado de Cultura de la UMA edita un libro que, además, saca a la luz grabaciones inéditas de uno de los primeros grupos en los que militó, Malaka, junto a Denis y Lito

Roberto González Vázquez, o sea Rockberto, en el escenario

Roberto González Vázquez, o sea Rockberto, en el escenario / L. O.

Víctor A. Gómez

Víctor A. Gómez

Diez años ya sin Rockberto, la voz, cascada y sin pautas, de la Málaga más libre y desprejuiciada. Qué bien que de tanto en tanto surjan cosas como Rockberto. 'El chavea del Guadalmedina', la más completa biografía del cantante de Tabletom, obra del investigador flamenco y gestor cultural Paco Roji. El tomo, de casi 700 páginas, se presentará mañana en el Vicerrectorado de la UMA (responsable de la edición) a partir de las 19.30 horas.

Roji, «amigo cercano de Roberto muchas veces, fan otras tantas» dice, lleva más de 20 años dedicándose a guardar material sobre el vocalista; hubo un punto de inflexión en 2008: «Mi amigo y compañero de su etapa de músico de grupos de baile Enrique García me facilitó la correspondencia que habían tenido estando Roberto en Francia y Holanda. Conocer estas cartas con Roberto apenas contando 20 años, leerlas fue otra dimensión, me hizo creer aún más en el personaje». Y de ahí surge 'El chavea del Guadalmedina', una historia que se cuenta «del hoy al ayer, de la ida de Rockberto a su llegada»: «Quería que la gente conociera a Roberto tras un recorrido de lectura y que el final de los capítulos del libro fuera el comienzo de vida. Para eso cuento con bastante material suyo de cuando joven y niño. Y un día tuve una visión en la que Roberto me decía: Dale la vuelta, dale la vuelta». Y, claro, le dio la vuelta.

De Roberto González Vázquez (Málaga, 1951-2011) se han dicho, escrito y también fantaseado muchas cosas. Al ponerse delante de su figura para retratarla, imposible no enfrentarse al dilema: ¿buscar a Roberto, a la persona real, o nos quedamos con Rockberto, el personaje, la leyenda? Francisco Roji opta por la opción más ambiciosa: «Busco un todo. Conocer a Roberto y su cambio a Rockberto. Aunque pienso que siempre ha sido Rockberto. Tenía un don especial desde que nació. Él tiene muchas lecturas, pero cada uno podemos dar diferentes visiones a una de esas muchas. Escribió, dibujó, consumió, era muy dejado, sin preocupaciones pero sin obligaciones aparentes... Vivió, disfrutó y su arte junto a su carisma hizo el resto».

Rockberto y Roberto: llega la biografía definitiva del icono

Portada de 'El chavea del Guadalmedina' / L. O.

664 páginas con cerca de 600 imágenes, con mucha «documentación virgen», con muchos testimonios de «familiares, amigos, compañeros músicos, novias, representantes», dan para muchas sorpresas: aparece su primera composición, su primera aparición en prensa en 1968, cartas entre 1970 a 1974, se habla de un grupo rumbero donde cantaba y tocaba la guitarra con un hermano de Amina y José Luis Arniz… Y una muy especial: «Hay una grabación inédita que forma parte del libro en formato código QR con siete cortes. Se grabó en 1975 en un local de ensayo con grabadora profesional. En dos cortes nuestro protagonista canta en inglés. Se trata del grupo Malaka y los músicos son Javier Denis, Lito, Antoñito Leiva, Alberto El Bomba, Salvi Zurita y Roberto». Un regalazo, desde luego.

Una curiosidad: ¿Roberto tenía una posición económica desahogada o es que, en realidad, le importaba cero el dinero? Cuentan que alguna que otra vez las autoridades se ponían en contacto con los hermanos Ramírez para ver si le había ocurrido algo ya que habían pasado meses sin que su cuenta bancaria hubiera tenido algún movimiento. «En su juventud pudo estudiar hasta bachiller y tras sus primeros escarceos en la música, su madre buscó el momento para que trabajara. Le buscó un empleo en una sucursal bancaria, como ayudante. Primero estuvo en Málaga y luego en Torremolinos, pero no iba, no llegaba a entrar y se pasaba todo el día dando vueltas. Decía que el dinero es el principal problema del mundo. Cuentan sus compañeros que no preguntaba por su dinero tras la actuación. Cada día vivía con lo justo».

Asegura Roji que Rockberto, diez años después de su muerte, «continúa muy presente», a pesar de lo que dijo Perfecto Artola en el Cementerio de San Miguel el día del adiós a la voz de Tabletom: «Se nos ha ido la magia». En realidad, 'El chavea del Guadalmedina' también ha sido una forma de «volver a darle vida», de que esa «magia» vuelva en estos días grises.