Entrevista | Álex de la Iglesia Cineasta

«La fantasía es una manera de hacer la vida más soportable»

Fancine proyectará su última película, Veneciafrenia, una sangrienta mascarada con la que critica los devastadores efectos del turismo de masas, y repescará su seminal El día de la bestia. Ingrid García Jonsson y Cosimo Fusco protagonizan el primer slasher del vasco

De la Iglesia, en un rodaje.

De la Iglesia, en un rodaje. / julián garcía

Julián García

El turismo masivo y sus devastadoras consecuencias son el punto de partida de la última película de Álex de la Iglesia, Veneciafrenia, que se proyectará en el Fancine tras su estreno en Sitges. En ella, cinco jóvenes turistas españoles, modélicos representantes del turismo de resaca, llegan a Venecia en pleno carnaval, pero sus ganas de fiesta se irán al cuerno cuando un pirado disfrazado de bufón Rigoletto empiece a hacerles la vida imposible.

¿Qué le ha llevado a preocuparse por las consecuencias letales del turismo masivo?

Yo he estado en Venecia disfrutando de la ciudad y diciendo: «Oye, qué lástima, esta ciudad se hunde». Pero luego pienso y me digo: «Si soy uno más, otro que colabora a que esta ciudad desaparezca». Tendemos a no pensar que somos turistas, que el turista es otro, pues yo sí soy un amante real de la ciudad. Y de pronto te descubres a ti mismo como parte del problema: como turista contribuyo a ese desarraigo, pues vemos la vida a través de una máscara o de un móvil y no hacemos nada por impedirlo.

El problema de Venecia es extrapolable a cualquier ciudad en la que su alma desaparece a manos del turismo rampante

En efecto, es un problema extrapolable a cualquier ciudad en la que su alma, que es el centro histórico, está desapareciendo a manos del turismo rampante. Pero es inevitable pensar en Venecia como un lugar único, algo a preservar porque es una representación de lo que consideramos la belleza. Como la Capilla Sixtina o algo parecido. Venecia es un lugar bello y siniestro a la vez. Es como contemplar un cadáver maravilloso en un mundo que está desapareciendo. Todos tenemos algo de necrófilos en Venecia. Destruimos lo que amamos.

¿Cómo vivió el rodaje en Venecia en los momentos más imprevisibles de la pandemia?

Fue terrible, delirante. La ciudad estaba absolutamente cerrada y la gente sufría mucho. Era hipnótico pasear por Venecia como si fuese un set de rodaje vacío. Atravesar el Gran Canal o la plaza de San Marco producía tanta fascinación como terror.

¿Es verdad que coincidieron con el rodaje de Misión: Imposible 7?

Lo es, lo es. Pero ellos [ríe] tenían un equipo mucho más numeroso. Una noche, Tom [Cruise] iluminó toda San Marcos, y nosotros nos pusimos en un rincón y rodamos con sus luces. Nunca se dio cuenta.

Usted hizo su penúltimo trabajo, la serie 30 monedas, para HBO y Veneciafrenía está coproducida con Prime Video. ¿Se siente cómodo trabajando para plataformas de streaming?

Sin duda. Yo no temo al cambio. El mundo se está transformando y ese cambio es un desafío y una ventaja. Estoy absolutamente convencido de que el modelo de salas y de streaming es totalmente compatible. Se trata de que los cines tomen conciencia, y ya lo están haciendo, de que tienen que ofrecer otra cosa, tanto el producto espectáculo como el producto que no se halla en las plataformas, convertirse en lugar donde degustar, digamos, cine gourmet.

Veneciafrenia es el primer título del nuevo sello The Fear Collection, en el que participa su propia productora. ¿Síntoma de buena salud del género en España o quizá al contrario, necesidad de corregir un mal momento?

Históricamente ha habido una tendencia muy interesante de creadores en España para los que el terror ha estado muy presente. Y con The Fear Collection queremos que esa tendencia histórica se reproduzca de nuevo. Nuestro objetivo es estrenar cada año dos o tres películas de terror puro. La siguiente es de Jaume [Balagueró]. Ahora estamos con el rodaje de Venus, un proyectazo basado en Los sueños en la casa de la bruja, de Lovecraft. Jaume es uno de los más grandes directores del género fantástico.

Fancine repescará también El día de la bestia. ¿Qué queda hoy, en 2021, de aquel joven De la Iglesia de 1996 con todo por hacer?

Fundamentalmente creo que somos los mismos, para bien o para mal. No maduramos, pero aprendemos a esquivar los golpes y a saber qué abrigo debemos ponernos cuando llueve. No creo que con el tiempo seamos mejores. Lo importante son las intenciones y las ganas, y esas siempre son las mismas. Entre los 18 y los 25 años te defines a nivel estético y emocional. Y a partir de ahí, la vida es un poco la defensa de ese personaje.

¿Hasta qué punto la fantasía, lo diabólico, lo cósmico, es importante en su vida?

Es esencial. No sabría vivir de otra manera. La fantasía es una manera de hacer la vida soportable, si no sería un infierno. También es mi única manera de interpretar, de comprender la realidad. Gracias a Patricio Estrella la vida me resulta más cómoda. O gracias a ese episodio de Rick & Morty. O a esa película nueva de Ari Aster. Todo eso me hace la vida llevable y comprensible.

¿El cine de género es hoy el mejor cine que se puede ver?

Absolutamente sí. Ves Dune o Hereditary o Mandy y no solo percibes que te entretienen y te hacen feliz, sino que son el ejemplo de que el género fantástico es lo más interesante que se puede ver ahora mismo en el audiovisual, sea cine o tele. Recuerdo cuando veía La rosa púrpura de El Cairo y pensaba: «Qué gran comedia, qué suerte haber coincidido con ella en el tiempo y haberla disfrutado en una sala de cine». Hoy esto ya no me pasa con la comedia. Solo con el terror y el fantástico.