El sueño de Rodrigo Cuevas: llenar de arte la Asturias vaciada

Rodrigo Cuevas lleva su Asturias natal tatuada en la garganta. Todo lo que hace rezuma folklore por los cuatro costados. De hecho, sus canciones suenan a tierra y chipazo. Y, claro, esa energía no puede contenerse únicamente en los cuarenta y tantos minutos que duran sus discos. Por ello, su implicación siempre va más allá. No le basta con fusionar la pasión con la historia, también tiene que protegerlas, reivindicarlas, ayudarlas, conservarlas... Su último proyecto recoge muchas de estas ideas: el cantante lidera una campaña de financiación colectiva con la que quiere rehabilitar el tejado de lo que será el futuro eje cultural de una de las zonas más despobladas de su comunidad autónoma.

Su nombre es La Benéfica de Pilona - Espaciu Cultural y es coste de la obra asciende hasta los 94.000 euros. Aunque lo ideal serían 130.000. Por el momento, llevan recaudados 33.000, una cantidad que han conseguido en tan sólo dos semanas: la cuenta a atrás comenzó el pasado 28 de octubre y terminará el 31 de diciembre. El objetivo dar forma a un espacio que "aúne cuatro inquietudes: la expresión artístico cultural, la acción comunitaria, la lucha contra el abandono y la despoblación de las zonas rurales y la trasmisión de conocimientos".

Estimular el ecosistema cultural

"Queremos un proyecto que dé visibilidad a la expresión artística contemporánea y vanguardista, pero también a la cultura popular y tradicional, y que además facilite la transmisión de conocimiento entre las distintas generaciones", ha asegurado Cueva en una nota de prensa. Algo así como "un espacio totalmente entroncado en la comunidad, que estimule el ecosistema cultural del Conceyu de Piloña, y también un espacio de ocio para los jóvenes y no tan jóvenes". Todo, por supuesto, para que el pueblo no termine por despoblarse y pueda crearse un foco cultural único. "Es un proyecto ambicioso que pretende tener impacto mucho más allá de Asturias, tejiendo alianzas con proyectos artísticos de toda Europa y con una programación que haga del centro una referencia a nivel nacional".

El cantante compró en 2020 una nave junto a dos vecinos de Piloña que, en el pasado, sirvió de sede de La Benéfica. En un principio, el fin de la misma era "que los socios, vecinos del pueblo, se ayudasen mutuamente en sus problemas: enfermedades, viudedad, liquidez… Con las aportaciones de los asociados atendían necesidades que el estado, u otras instituciones, no cubrían". Sin embargo, la propuesta tuvo tanto éxito que "construyeron una nave rectangular de unos 400 metros cuadrados que funcionó como teatro, salón de baile, lugar de encuentro social y cine en domingo". Aunque por poco tiempo: "Esta pequeña utopía artística y solidaria finalizó en 1946 y la nave pasó a ser una fábrica de dulce, un parking y, finalmente, quedó en desuso". Hasta que llegó Cuevas.