Entrevista | José Sacristán Actor

«Me veo quedándome cada vez más tiempo en casa, pero nunca tirado en el sofá»

Vitalidad y ganas de disfrutar del teatro le sobran a José Sacristán (Madrid, 1937) pese a su amplia trayectoria - Premio Goya de honor 2022, sigue de gira con la función 'Señora de rojo sobre fondo gris' - «Soy consciente de que tendré que dedicarme un poco más a mí y menos a los personajes. Pero eso es sentido común», avisa el popular intérprete

José Sacristán, en la representación de «Señora de rojo sobre fondo gris»

José Sacristán, en la representación de «Señora de rojo sobre fondo gris» / L. O.

Pablo Antuña

¿Cuál es el secreto para mantener esa energía y ganas de seguir viajando y trabajando después de toda una vida?

Soy un afortunado. Ahora ya pongo mis condiciones, tengo la suerte de elegir, y cuando tengo entre las manos un gran trabajo como Señora de rojo sobre fondo gris, con un material dramático de gran calidad, no faltan las ganas.

¿Piensa en algún momento en descansar y quedar en el sofá?

Tengo muy claro que no. Sí me veo quedando un poco más de tiempo en casa, pero nunca tirado en el sofá. Eso no es para mí. Soy consciente de que tendré que dedicarme un poco más a mí y menos a los personajes. Pero eso es sentido común. Tengo claro que no voy a abandonar.

«Estos reconocimientos, cuando se les quita la cosa de la competitividad, se disfrutan más»

Se ha conocido recientemente que le han otorgado el Goya de Honor. ¿Cómo lo ha recibido?

Con mucha alegría. Fui uno de los nueve que pusieron en marcha la Academia. Me siento orgulloso de la repercusión de los Goya. Estos reconocimientos, cuando vienen por una carrera y se le quita la cosa de la competitividad, se disfrutan mucho más.

Echando la vista atrás, a esa reunión en la que se formó la Academia en 1985. ¿Se han cumplido los objetivos y sueños que se marcaron?

Todo es mejorable. Pero no soy catastrofista. En conjunto estoy satisfecho.

¿Hay que borrar esa visión pesimista del sector?

Estamos ahí y la palabra crisis siempre está pegada al culo de todos nosotros. Pero personalmente sería cínico si me quejara. Llevo tres años con esta obra, en Palma de Mallorca tuvimos 3.000 personas, y no hemos suspendido ninguna actuación. Pero esa inseguridad permanente del oficio está ahí y es algo con lo que tenemos que vivir.

¿Animaría a un joven a dedicarse a esto?

No me gusta dar consejos. Lo único, que si tiene vocación y le gusta esto que tire para adelante. Pero que esté seguro.

¿Lo ve más fácil que cuando empezó?

Las cosas están mejor ahora. De aquella ni se pagaban ensayos. Ahora lo que hay que tener cuidado es con los espejismos, la fama, las audiencias y la alfombra roja, que es un fábrica de juguetes rotos.

¿Le ha quedado alguna cuenta pendiente o ha podido hacer en estas seis décadas todo lo que deseaba?

Sí que pueden estar ese Macbeth o El rey Lear, que siempre son apetecibles. Pero no tengo ninguna espina. He podido hacer todo lo que me gusta. Y el camino que me quede por andar será sin ninguna fijación.